Vicario de Arabia: profanado el cementero cristiano de Aden. El desastre de Yemen

Un grupo no identificado demolió cruces y lápidas. En la mira también las tumbas de las hermanas de Madre Teresa asesinadas en marzo de 2016. Mons. Hinder: Hecho grave. Una confirmación “de la situación de dificultad y violencia” que “persiste” en el país. El “bloqueo” impuesto por los sauditas pone “en riesgo” la sobrevivencia de las personas”.


Saná (AsiaNews)- En los días pasados “fue profanado el cementerio de Aden”, afectando también a las tumbas de las hermanas de Madre Teresa, muertas en el asalto a su casa donde hospedaban a personas ancianas. Lo narra a AsiaNews Mons Paul Hinder, vicario apostólico en Arabia meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen). El prelado agrega que la situación económica social y humanitaria en Yemen es “dramática”, con algunas realidades que se presentan “particularmente problemáticas” y con “urgencias diversas” según las zonas del país. Para Mons. Hinder, el bloqueo impuesto por Arabia Saudita es uno “de los mayores problemas”.

“El ataque al cementerio cristiano de Aden-nos dice Mons. Hinder-sucedió hace dos noches. Los asaltantes, cuya identidad por el momento es desconocida, han dañado las cruces y profanado algunas tumbas”. En el contexto del asalto fueron también profanadas las tumbas de las 4 hermanas de Madre Teresa, asesinadas el 4 de marzo de 2016, en el contexto del ataque realizado por un grupo extremista local.

Solo una hermana logró escapar del asalto, durante el cual los terroristas raptaron al p. Tom Uzhunnalil, salesiano indio que estaba como misionero en Yemen. Elm sacerdote estuvo por mucho tiempo prisionero en manos de sus secuestradores y solo hace poco recobró la libertad, gracias también a la fundamental mediación del Sultanato de Omán.

“No es la primera vez que sucede un hecho de este tipo-prosigue el vicario apostólico- pero el daño y la profanación de un cementerio es un hecho grave. Ciertamente, estos episodios de violencia no tocan sólo a los cristianos, pero confirman la situación de dificultad y violencia que persiste”. El país árabe desde enero de 2015 es teatro de un sangriento conflicto interno que ve opuestas a la dirigencia sunita del ex presidente Hadi, apoyada por Riad y los rebeldes chiíes Houthi, vecono a Irán y a Hezbolá.

En marzo del mismo año una coalición árabe guiada por los sauditas promovió ataques contra los rebeldes, terminados en la mira de las Naciones Unidas por las víctimas (entre los civiles) que han provocado entre éstos hay también niños. Fuentes Onu hablan de casi 9 mil muertos, de los cuales el 60% civiles y 45 mil heridos. Sobre un total de 28 millones de habitantes, el conflicto ha dejado hasta unos 20 millones de personas (sobre un total de 27) necesitadas de asistencia y de ayudas humanitarias para poder sobrevivir. De éstos, al menos 7 millones están considerados al borde de la carestía, 2,3 millones de niños malnutridos. A esto se agrega la peor epidemia de cólera del mundo, que según fuentes de la Cruz Roja internacional, ya afectó a unas 900 mil personas.

.La situación ya de por sí crítica se agravó por el bloqueo impuesto por Arabia Saudita en las últimas dos semanas y que de hecho bloqueó vía tierra, aire o mar de comida y de ayudas humanitarias. Activistas de Médicos sin Fronteras (MSF) denuncian que la elección de cerrar las fronteras por parte de Riad termina por aumentar los sufrimientos de una población ya tan probada. Ong internacionales y grupos de activistas lanzan la alarma, por un “deterioro sin precedentes” de la situación alimenticia. Hasta hoy el 80% de las reservas alimenticias es importado y el país no está en grado de sobrevivir sin las ayudas.

Uno de los principales problemas-concluye Mons. Hinder- está representado justamente por el bloqueo que impide el ingreso de ayudas, sean ellos comida o remedios. Es necesario intervenir, para dar asistencia humanitaria fundamental para la sobrevivencia de la población”. (DS)