Papa: ‘no quiero trabajo en negro ni en precariedad en el Vaticano’

A los empleados del Vaticano con los cuales se encontraron para los augurios de Navidad, Francisco propuso cuatro “palabras”: trabajo, familia, habladurías y perdón.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “No quiero trabajo en negro en el Vaticano”. No quiero trabajo en negro ni precario en el Vaticano”. Lo dijo hoy el Papa Francisco a los empleados vaticanos para los saludos natalicios. A hombres, mujeres y niños, reunidos en el Aula Pablo Vi, Francisco propuso en discurso hablando libremente sobre “cuatro palabras”.

“Trabajo- dijo- es la primera palabra que os digo, no para deciros trabajad más sino para deciros gracias”, y agregó: “No quiero trabajo en negro ni precario en el Vaticano”. Pido disculpas, así como también como dije no se debe dejar a nadie sin trabajo.

 ‘No quiero trabajo en negro en el Vaticano’”. “Es un problema de conciencia para mí porque no podemos predicar la Doctrina social de la Iglesia. Para mí es así, Vosotros ayudadme. Ayudad a resolver este problema de la Santa Sede”. “El trabajo es vuestro camino de santidad, de felicidad, de ir adelante. Hoy, la maldición más fea que hay es no tener trabajo. Y tanta gente que conocéis, no tienen trabajo. Porque el trabajo te da la dignidad, y la seguridad del trabajo te da la dignidad”.  “Es un problema mundial. Es un problema que depende de muchos factores en el mundo. Conservar el trabajo es tener la dignidad. Llevar el pan a casa, y lo llevo yo porque lo gano yo. No porque voy a Cáritas a recogerlo, no. ¡Porque lo gano yo! Y lo hago bien. Esto es dignidad”.

“La segunda palabra sobre la que reflexionó es continuó el Papa es familia”. “Yo querría decir con sinceridad, cuando me entero de que una familia vuestra está en crisis, de que hay niños que se entristecen porque los padres están peleados, yo sufro. Dejaros ayudar, pidan ayuda en tiempo”.

“Por favor, salvad vuestras familias. Sé que no es fácil, que hay entre vosotros algunos de vosotros que están separados y yo sufro con vosotros. Que hay problemas de personalidad, problemas psicológicos. Muchos problemas en un matrimonio, pero tratad de buscar ayuda a tiempo. ¡Custodiad la familia, la familia! La familia, esta es la joya, porque Dios creó la familia. Sé que entre vosotros hay algunos separados, lo sé y sufro con vosotros. Pero dejaros ayudar. Si la cosa ya está hecha, no se peleen delante de los niños, que al menos no sufran los niños, porque cuando los padres discuten, los niños sufren”. “Fecundos y vayan adelante”.

La tercera palabra propuesta por Francisco, fueron las “habladurías”, “una palabra recurrente”, como la definió y que es causa de muchos sufrimientos. El parangón elegido por el Papa dio realmente la idea del daño que se puede hacer cuando se murmura. “Un chismoso-explicó- es como un terrorista: tira la bomba y explota y daña a los otros. ¡No hagan terrorismo con las habladurías, por favor! ¿Cómo podemos hacer para no hacer habladurías? ¡Muérdete la lengua!

“Perdón y pido disculpas es la cuarta palabra, porque nosotros no siempre damos un buen ejemplo: hablo de la fauna clerical”, prosiguió el Papa Francisco. “Existen los errores en la vida que realizamos nosotros clérigos, pecados, injusticias, tratamos un poco mal a la gente, a veces somos neuróticos. Por esto pido perdón”. Incluso el Papa concluyó invitando a no tener miedo de pedir perdón y de tratar de buscar un buen confesor, porque “hay tantos curas misericordiosos” y porque “la Navidad es buena ocasión para hacer la paz con nosotros mismos”.