Pyongyang acepta la mano extendida de Seúl: hay coloquios el 9 de enero

La dos Coreas se reunirán en la zona desmilitarizada. El encuentro se ha visto favorecido por el aplazamiento de los ejercicios militares conjuntos de los EEUU y Corea del Sur. Seúl trata de restablecer las relaciones inter-coreanas, aunque sin alejarse del aliado estadounidense. 


Seúl (AsiaNews/Agencias) – Pyongyang ha acogido la mano tendida de Seúl y ha aceptado sentarse a la mesa de negociaciones. Es lo que hoy ha anunciado el ministro de Unificación surcoreano: las dos Coreas se reunirán el 9 de enero en la localidad de Panmunjom, en el área desmilitarizada. En la agenda se tratará la participación del Norte en las Olimpíadas invernales de PyeongChang y el mejoramiento de las relaciones entre los dos países de la península coreana. Los detalles preparatorios para los diálogos serán definidos a través del intercambio de documentos.

Según expertos en el tema, la decisión de Pyongyang, de aceptar la oferta de Seúl y dialogar, se ha visto favorecida por el aplazamiento, para después de los Juegos Olímpicos, de los ejercicios militares conjuntos de EEUU y Corea del Sur, que ayer fueron confirmados por los dos países. Pyongyang siempre ha definido estos ejercicios como una provocación.  

Corea del Sur apunta a suavizar las tensiones con su vecino del Norte, reafirmando la intención de no contradecir las sanciones impuestas a Pyongyang por la comunidad internacional.  Ayer, el presidente surcoreano Moon Jae-in habría hablado con su par americano Donald Trump, confirmando su posición en lo que respecta a las presiones que deben ejercerse sobre Pyongyang.

Baik Tae-hyun, vocero del ministerio surcoreano, afirma que “no hay cambios en la posición del gobierno” de Seúl, y su compromiso por restablecer las relaciones inter-coreanas y, al mismo tiempo, impulsar “la desnuclearización de Corea del Norte unidos a la comunidad internacional”.

La primera oportunidad que podría dar lugar a un aplacamiento de las tensiones entre las dos Coreas se inauguró con el inicio del nuevo año, cuando el líder norcoreano Kim Jong-un expresó la voluntad de enviar una delegación propia a los Juegos olímpicos previstos para febrero en Corea del Sur. Una ulterior señal fue la reapertura de la “línea roja”, el canal de comunicación entre las dos Coreas, que estaba cerrado desde febrero de 2016 y que fue restablecido hace dos días.