Cisjordania, la expansión de las colonias es ‘la última bala’ a la solución de los dos Estados

Aprobadas 1.122 unidades habitacionales y abierto el procedimiento de licitación para agregar otras 651. En 2017 fueron demolidas 420 estructuras palestinas. Continúa también la violencia: asesinado un colono hebreo en un puesto avanzado ilegal. 


Jerusalén (AsiaNews)- “Es la última bala a la política de los dos Estados”, así comenta Adel Misk, activista palestino, la aprobación de nuevas unidades habitacionales en Cisjordania. En total son 1.122 las unidades aprobadas ayer, distribuidas en 20 colonias y puestos avanzados y 651 aquellas para la cual inició hoy el procedimiento de licitación. Para Misk, la decisión de construir nuevas casas representa “la condena a muerte de un proyecto deseado por todo el mundo”.

“El ala derecha guiada por Bibi (Benjamín, Ndr) Netanyahu y Lieberman quiere satisfacer a los colonialistas, hace propaganda para las elecciones que podrían realizarse a fin de año”, continúa el activista. “La cosa que me maravilla es el silencio de los israelíes, de la gente de paz. Aquellos que hace años avanzaban la idea de dos Estados. Quisiera sentirlos ahora, para mostrar a ellos hacia donde este gobierno israelí está guiando al pueblo israelí, los palestinos y todo el mundo. Estamos precipitando hacia una guerra que ninguno sabe adónde irá a terminar”.

Para Sobhy Makhoul, diácono maronita de Jerusalén, la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel influyó en la nueva ola de tensiones. “Alentó a los israelíes a construir todavía en territorio palestino”, comenta. “Se trata de decisiones unilaterales. Los israelíes tratan siempre de tomar decisiones e iniciativas e imponerlas como hecho. Hasta que la comunidad internacional no se defina contra la política americana demasiado pro-israelí, será difícil que esto cambie”. “Esto crea tensiones”, continúa el diácono afirmando que los palestinos no tienen intención de elegir la violencia. “Los palestinos continuarán en el camino de pretender sus derechos, la aplicación de los acuerdos de Camp David y de Oslo, en modo pacífico. Pero, hay alguno que no la piensa que esto sirva y que elige el extremismo de la violencia”.

La Ong israelí, Peace Now critica a su vez la decisión de expandir las colonias, definiéndolas como un modo de “destruir la posibilidad de una solución de dos Estados y las perspectivas de paz”, en contraste con los “intereses nacionales de Israel” y de “cualquiera busque un futuro pacífico en la región”.

El último episodio de violencia en los Territorios ocupados es de hace sólo dos días atrás: un colono israelí de 35 años fue asesinado en una balacera cerca de un puesto de avanzada, Havat Gilad, establecido ilegalmente en 2002. El ministro de defensa, Avigdor Lieberman expresó la intención de “formalizar el status” del puesto de avanzada en honor del colono asesinado. Lo que refiere su familia, él había pedido ser sepultado en el asentamiento “que él tanto amaba”.

Al mismo tiempo de la construcción de nuevas habitaciones para los colonos hebreos continúan las demoliciones y confiscaciones de las propiedades palestinas. Según un informe publicado hace días por Ocha, la Oficina de las naciones Unidas para los asuntos humanos, en 2017 fueron destruidos 420 estructuras, 278 en Cisjordania y 142 en Jerusalén Este.