Papúa, 61 niños muertos y 500 enfermos por desnutrición. El compromiso de la Iglesia (Fotos)
de Mathias Hariyadi

La diócesis de Agats envía dos equipos para prestar asistencia y distribuir bienes de primera necesidad en las aldeas afectadas. Las características peculiares del territorio remoto hacen que sea difícil y peligroso llegar a los asentamientos más aislados. En Yakarta, algunas organizaciones y grupos humanitarios católicos han establecido un programa de recaudación de fondos. El gobierno de Indonesia despliega paramédicos militares. Críticas al gobierno, acusado de descuidar la remota provincia oriental.


Yakarta (AsiNews) - Rige una grave crisis humanitaria en el distrito de Asmat, un territorio remoto en la provincia de Papúa, que, hasta ahora, ya ha causado la muerte de 61 recién nacidos, mientras que otros 500 han sido afectados por la desnutrición. Mons. Aloysius Murwito (foto 4), obispo de la diócesis de Agats, coordina la respuesta rápida de la Iglesia local a la emergencia, enviando grupos de trabajadores de la salud a diferentes áreas de la región, para minimizar el número de víctimas, ya sea muertas o enfermas.

El desastre humanitario salió a la luz cuando el diario Kompas, con sede en Yakarta, el 14 de enero informó que al menos 13 personas en el pueblo de Asatat han muerto recientemente de desnutrición. Si bien las autoridades abrieron una investigación interna, explicó el obispo, en los días siguientes la emergencia también se extendió a otras aldeas.

"Al menos 61 personas murieron y más de 500 niños se han visto seriamente afectados por enfermedades de la piel como la rubéola o el sarampión debido a la desnutrición severa", dijo el obispo en un comunicado dado a conocer ayer. Las víctimas se encuentran en 23 distritos, o 223 aldeas, de la diócesis de Agats. Para contrarrestar el fenómeno, agrega monseñor Murwito, dos equipos internos creados por la diócesis, fueron enviados a dos distritos diferentes para proporcionar asistencia y distribuir bienes esenciales.

El distrito de Asmat, en la diócesis de Agats,  es un territorio muy aislado, con características únicas que no se encuentran en ningún otro lugar del inmenso archipiélago de Indonesia. El suelo no es sólido, como suele ocurrir en otras regiones, sino que está formado por barro espeso y húmedo que no permite el crecimiento de ninguna vegetación, incluidos los manglares. Sólo en algunos lugares, como Atsji y Sagare, la tierra permite el cultivo y otros árboles frutales.

Esta es la razón por la cual esta área es conocida en toda Indonesia como el único territorio donde "las carreteras están hechas con tablones de madera". Estas tablas de madera generalmente se levantan de la superficie del lodo para minimizar el aumento inesperado en el nivel del agua de mar.

Los vuelos directos desde Yakarta al aeropuerto Moses Kilangin Timika demoran alrededor de cinco horas, con una parada de 30 minutos en Makassar, en la provincia de Célebes del Sur. Desde Timika, se ve obligado a volar con un avión ultraligero con motor de hélice (foto 5) a la pista de aterrizaje de Ewer, en el remoto territorio de Asmat. Desde aquí es necesario llegar al centro de Asmat, capital del distrito del mismo nombre, en lancha a motor durante aproximadamente 30 minutos. La ciudad está a una hora en barco de los pueblos de los alrededores (foto 6), accesible solo en pequeñas lanchas (foto 7-8-9) en aguas infestadas de cocodrilos.

La navegación en los imponentes ríos (500-1,000 m de ancho - foto 10) de la región nunca dura menos de tres a cinco horas y es muy peligrosa y costosa, desde el punto de vista económico y físico.  En el 2013, el enviado de AsiaNews acompañó al obispo de Agats en su viaje a los asentamientos más lejanos  para una misión pastoral.

La respuesta de la Iglesia a esta crisis humanitaria es urgente", dijo sor Aloysia a AsiaNews, quien ha estado sirviendo en Agats durante años. A la religiosa hizo eco del p. Bobby Harimapen, párroco de la Catedral de la Santa Cruz.

En Yakarta, algunas organizaciones y grupos humanitarios católicos han establecido un programa de recaudación de fondos para ayudar a la diócesis de Agats, que necesita una enorme ayuda financiera. Yulius Setiarto, director del Foro de la Sociedad Católica de la Arquidiócesis de Yakarta (Fmki), alienta a los católicos a tomar parte en la iniciativa. A ello se han unido ya Iska (Asociación Intelectual de Indonesia), el Pmkri (asociación de estudiantes universitarios católicos), el Pemuda Katolik (Juventud Católica), el Ppka Pukat Kaj (Comité Especial para la Diócesis de Agats de la Archidiócesis de Yakarta) y la Wkri (Asociación de Mujeres Católicas de Indonesia).

Mientras tanto, el gobierno de Indonesia está desplegando paramédicos militares para transportar alimentos y vacunas en la escarpada región de Papúa, la provincia más oriental del país, cuya población es predominantemente cristiana. El ejército envió 53 soldados con equipo médico y 11.000 raciones de alimentos.

Papúa es una de las provincias más pobres de Indonesia, a pesar de ser rica en recursos, y el presidente Joko Widodo se ha comprometido a apoyar su desarrollo económico, cuando llegó al poder en 2014. Muchos papúes  minoría, étnica y religiosa en el país islámico más poblado en el mundo, critican al gobierno de Yakarta por descuidar a Papua, centrándose sólo en la isla de Java.

Entrevistado por Reuters, el p. John Jonga, un sacerdote y activista por los derechos humanos, acusa la crisis por la falta de vacunación y por la transición alimentaria desde los tubérculos -más nutritivos- al arroz como alimento básico para la población. También plantea preguntas sobre la política del gobierno para enviar ayuda a Palestina y a la minoría musulmana Rohingya en Myanmar, en lugar de enviarla a Papúa. "Nos faltan instalaciones de salud", dice el P.Jonga. "Por eso me pregunto por qué el presidente está involucrado con Myanmar y la construcción de un hospital en Gaza, mientras que en Papúa tenemos problemas con las drogas y los trabajadores de la salud".