Estocolmo contra Beijing: Liberen al editor Gui Minhai

Las declaraciones de Margot Wallstrom, ministra sueca de Exteriores. En el ministerio chino de Exteriores no saben dónde está el prisionero, pero sospechan haya violado las leyes. La misma sospecha  la tiene el Global Times, órgano del Partido. La toma de posiciones de Estocolmo es una novedad: las violaciones a los derechos humanos no son denunciadas y a China poco le importan las reacciones internacionales.


Hong Kong (AsiaNews/Agencias)- El ministerio sueco de Exteriores pidió sea liberado inmediatamente a su ciudadano, el editor Gui Minhai, secuestrado por la policía china mientras iba a Beijing para algunas visitas médicas junto a dos diplomáticos suecos.

“Esperemos que nuestro ciudadano sea liberado inmediatamente y le sea dada la posibilidad de encontrarse con el personal diplomático y médico suecos”, declaró ayer por la tarde Margot Wallstrom ministra de Exteriores de Estocolmo.

La declaración de la Wallstrom sigue después de pocas horas las palabras de Hua Chunying, vocero del ministerio chino de Exteriores, que confesó que su ministerio no tenga ninguna información sobre el lugar dónde haya sido conducido Gui. De todos modos, ella acusó en modo velado a Suecia de haber violado alguna ley. “China-dijo- siempre fue al encuentro con facilitaciones hacia los representantes de embajadas extranjeras o consulados en acuerdo con las leyes internacionales… Al mismo tiempo, cada extranjero en China, no deberían violar las leyes internacionales o las leyes chinas”.

Curiosamente, las palabras de Hua Chunying sobre el caso Gui no fueron reportadas en el informe escrito que el ministro publicó durante la tarde.

La sospecha de “culpabilidad” de Gui fue relanzado ayer por la noche por el Global Times, el periódico del Cotidiano del Pueblo, órgano oficial del Partido comunista chino. “China está avanzando en el respeto de la ley-se dice- y es increíble que una persona pueda ser llevada por la policía sin razón”.

La toma de posición de Suecia es una novedad. Hace algunos meses, el embajador alemán, Michael Clauss pidió la liberación del obispo de Wenzhou, Mons. Pietro Shao Zhumin. Pero en general, desde hace tiempo la comunidad internacional avala las violaciones de China a los derechos humanos. Según el profesor Wang Yiwei, de la universidad Renmin, “estas cuestiones no están más en el centro de las relaciones bilaterales” y a China le importa poco las reacciones.