Yangon, arrojan bomba incendiaria en la casa de Aung San Suu Kyi

Sólo hubo daños menores. El edificio es la villa donde la líder democrática pasó largos años bajo arresto domiciliario. La señora recibe renovadas críticas de la comunidad internacional. El gobierno remueve al diplomático estadounidense Bill Richardson de un grupo de asesoramiento sobre la crisis en Rakhine. Él declara: “Para Myanmar, Aung San Suu Kyi sigue siendo la mejor esperanza de cambio”.  


Yangon (AsiaNews/Agencias) – Unos sujetos no identificados esta mañana arrojaron una bomba incendiaria en el domicilio de Aung San Suu Kyi. Es lo que afirma un vocero del gobierno birmano, agregando que en el momento en que se produjo el incidente, la líder democrática no se hallaba dentro del edificio. De hecho, la Señora se encuentra en Naipyidó, donde debiera pronunciar un discurso ante el Parlamento, para celebrar el segundo aniversario del ascenso al poder por parte de su partido, la National League for Democracy (NLD).

“Era una bomba molotov”, confirma el vocero Zaw Htay, sin brindar ulteriores detalles sobre el posible móvil detrás de tan raro ataque contra la heroína de la democracia en Myanmar. La bomba incendiaria causó daños menores. Sin embargo, resulta extremadamente simbólico el ataque a la villa donde Aung San Suu Kyi estuvo detenida durante largos años de arresto domiciliario por orden de la junta militar.  

En las últimas semanas, hubo renovadas críticas de la comunidad internacional contra la líder civil birmana a raíz de su manejo de la emergencia humanitaria en Rakhine, que ha provocado el éxodo hacia Bangladesh de más de 650.000 refugiados pertenecientes a la minoría islámica de los Rohinyás. El 25 de enero pasado, el gobierno de Naipyidó declaró que había removido al diplomático estadounidense Bill Richardson de un grupo de asesoramiento sobre la crisis, tras acusar al ex gobernador de Nuevo México -en una punzante carta donde se solicitaba su renuncia- de llevar adelante un “ataque personal” contra Aung San Suu Kyi.  

A pesar de ello, el mediador de los EEUU afirma que para Myanmar, la Señora sigue siendo la mejor esperanza de cambio. Richardson sostiene que Aung San Suu Kyi ha desarrollado un “síndrome del cerco” en su posición de Consejera de Estado de Myanmar, pero agregó que los gobiernos occidentales debieran continuar colaborando con ella. “Pienso que el ejército de Myanmar debe ser inculpado por muchas cosas, y creo que la única persona que puede dar vuelta la situación es Aung San Suu Kyi, y ella debiera empezar a hacerlo”, concluye.