Jóvenes profanan una imagen de la Virgen, y como castigo deben aprender el Corán

Hay una sura que define a María como a una de las criaturas de Dios más puras. Es la primera vez que un juez dicta una pena “pedagógica”. El aplauso del mundo político y religioso.


Beirut (AsiaNews/Agencias) – Como castigo, ellos tuvieron que estudiar el Corán y aprender el rol que el texto sagrado reserva a la Virgen. Ésta es la condena que la jueza libanesa Jocelyne Matta ha dictado en el caso de dos jóvenes, que fueron hallados culpables de profanar una estatua de la Virgen en Akkar, en el norte del Líbano.

Hace diez días, los responsables, dos muchachos de 17 y 18 años, irrumpieron en una iglesia de su pueblo, en el distrito de Akkar, localidad donde la mayoría de la población es cristiana. Allí, derribaron la estatua, besándola y asumiendo conductas obscenas. Los dos registraron la “broma”, y luego la difundieron a través de Whatsapp. Luego de ello, la policía los detuvo y los puso disposición del Ministerio Público, que luego los trasladó ante el juez de instrucción.

Al analizar el caso, la magistrada citó la sura del Corán, “La familia de Imran”, en la cual María es definida como una de las criaturas de Dios más puras. La jueza luego obligó a los dos jóvenes a leer, asimilar y recitar los versículos en cuestión. Los dos culpables fueron vistos en el palacio de Justicia de Trípoli, mientras se esforzaban por aprender los pasajes sagrados frente al personal del área de minoridad, bajo estricta vigilancia de la policía. Luego de haber cumplido “la pena”, ellos expresaron su arrepentimiento ante la magistrada.

Es la primera vez que un juez libanés toma una decisión más “pedagógica” que penal, asentándose en el art. 111 de Código, que autoriza a los jueces a sustituir una pena de detención por otra que  estime más adecuada.  

La decisión fue recibida favorablemente en varios ambientes políticos y religiosos. El primer ministro Saad Hariri se refirió a la misma en un tuit, definiéndola como “el culmen de la justicia, y un modo de transmitir los conceptos que musulmanes y cristianos tienen en común”.   

Al ser entrevistado por L’Orient le Jour, Mons. Georges Abou Jaoudé, obispo maronita de Trípoli, elogió la decisión, dado que la misma “favorece la conciencia de los jóvenes, cuyo comportamiento a menudo demuestra ignorancia”. Es justamente para favorecer el diálogo entre las nuevas generaciones, que el obispo y el muftí de Trípoli, Sheikh Malek Chaar, han instituido una comisión inter-religiosa.