Expulsaron a otro jefe del Partido, Lu Wei. Las cárceles para corruptos VIP, abarrotadas

Lu Wei fue jefe de seguridad en el área de Internet y vice-director del Departamento de propaganda del Partido. Está acusado de haber “hecho cualquier cosa por su fama personal”, y también de haber creado pandillas dentro del Partido. La campaña anti-corrupción de Xi Jinping llena hasta el borde la prisión de Qincheng, donde se abarrotan muchos de sus enemigos personales.  


Beijing (AsiaNews/Agencias) – La Comisión central de inspección disciplinaria del Partido Comunista chino anunció que Lu Wei, responsable de seguridad en el área de Internet, fue expulsado del Partido. Lu Wei, que llegó a ocupar el cargo de vicedirector del Departamento de Propaganda del Partido, comenzó a ser investigado en noviembre del año pasado.

La declaración de la Comisión central, emitida ayer, da a conocer que Lu “violó seriamente la disciplina política y las normas… engañando a las autoridades centrales, hizo lo que quiso, comentando las políticas del gobierno central de manera parcial y distorsionada, obstaculizando las investigaciones del gobierno central; con su creciente ambición, él usó los instrumentos públicos para intereses personales e hizo prácticamente cualquier cosa por su fama personal”. También ha sido acusado de haber presentado acusaciones falsas contra otras personas ocultándose tras el anonimato, y de haber formado pandillas.

Lu Wei, actualmente de 57 años, se hizo famoso porque en el año 2014, durante un viaje a los Estados Unidos, él se reunió con personalidades de la política y grandes empresarios de la tecnología de punta, como Mark Zuckerberg, de Facebook y Tim Cook,  de Apple.

Lu es uno de los tantos “tigres” que terminó siendo víctima de la campaña anti-corrupción emprendida por Xi Jinping contra los “tigres y moscas” del Partido que se han manchado de corrupción o tienen un estilo de vida lujoso y exagerado. Hasta ahora, fueron destituidos más de 250 altos miembros del Partido, y se castigó a aproximadamente 1,4 millones de cuadros y burócratas.

Mientras la campaña sigue adelante con determinación a nivel nacional, comienzan a presentarse ciertas dificultades. En efecto, según el South China Morning Post, la prisión donde se encerró a los miembros VIP del Partido, parece estar llena hasta el borde, y ya no hay más espacio.

El centro penitenciario en cuestión es la cárcel de máxima seguridad de Qincheng, situada sobre las colinas al norte de Beijing. En el lugar están recluidos  Zhou Yongkang, ex jefe de seguridad; el ex jefe del Partido en Chongqing, Bo Xilai; el ex secretario de Hu Jintao, Ling Jihua; el ex general Guo Boxiong; Chen Liangyu, ex jefe del Partido en Shanghái y muchos más.

El gran analista político y disidente Bao Tong ha cuestionado la verdadera naturaleza de esta campaña, que ocultaría un mero ajuste de cuentas dentro del Partido. En efecto, la misma sólo ha afectado a personas que pertenecen a “pandillas” antagonistas a la de Xi Jinping.