En las últimas horas disminuyeron los bombardeos contra el enclave rebelde. Prevista la apertura de una “corredor humano” para permitir a los civiles poder escapar. En una semana más de 500 víctimas, miles los heridos. La Onu pide que finalicen todas las hostilidades. Pero se continúa combatiendo también en Afrin, donde hay una ofensiva turca anti-kurdos.
Damasco (AsiaNews/Agencias)- En el intento de dar una plena aplicación a la tregua de 30 días en Siria sancionada por el Consejo de seguridad Onu, Rusia invocó una “pausa humanitaria” del día de los bombardeos contra Ghouta este, enclave rebelde en la periferia de Damasco. El intento de Moscú es aquel de convencer el aliado sirio a interrumpir la ofensiva en acto y la movida ya garantizó los primeros resultados: desde ayer por la tarde, de hecho, la intensidad de los bombardeos disminuyó.
En estos días las Naciones Unidas, Francia y Alemania han realizado numerosos pedidos al presidente ruso Vladimir Putin, el único en grado de intervenir sobre el gobierno de Damasco y convencerlo a respetar el cese del fuego. En poco más de una semana en Ghouta este murieron más de 500 personas, miles los heridos. Se registraron víctimas también en los barrios de la ciudad vieja de la capital, a causa del lanzamiento de cohetes y granadas de parte de milicianos y yihadistas.
El Kremlin anunció una tregua diaria de 5 horas, para permitir a los residentes en el área de la periferia oriental de la capital de abandonar sus refugios para poder buscar comida y remedios. “Bajo la directiva del presidente ruso-declaró el ministro de Defensa, Sergei Shoigu-con el objetivo de evitar nuevas víctimas civiles en Ghouta este, de las 9 de la mañana a las 2 de la tarde se hará una pausa humanitaria”.
Contemporáneamente se abrirán “corredores humanitarios” para permitir a los civiles poder escapar.
Comentando la iniciativa rusa, el vocero de la Onu, Stephan Dujarric subraya que “cinco horas es mejor que nada”; sin embargo, el objetivo de la diplomacia internacional es “la finalización de todas las hostilidades” para los próximos 30 días, “como sancionado por el Consejo de seguridad”.
En los días pasados el secretario general de las Naciones Unidas, Guterres definió la zona como “un infierno en la tierra”, con centenares de víctimas y heridos. También el Papa Francisco en el Ángelus recordó la “inhumana violencia” en acto, subrayando que “no se puede combatir el mal con otro mal”.
El gobierno sirio intensificó la campaña contra el enclave rebelde, que desde 2012 no está más bajo su control. Las fuerzas fieles al presidente Bashar al-Assad, aprovechando de las ambigüedades de la resolución Onu, según las cuales algunos grupos yihadistas y terroristas-como el Estado islámico y al Nusra-son excluidos de la tregua y terroristas, para continuar las operaciones militares.
La atención de la comunidad internacional está concentrada sobre Ghouta este, sin embargo no es solo el gobierno de Damasco para desatender la tregua Onu. Turquía, comprometida en la ofensiva contra las milicias kurdas YPG (Unidad de Protección Popular) en Afrin, subrayó que el cese del fuego no detendrá “la lucha al terrorismo”. El jefe de la diplomacia turca reafirmó la propia intención de “combatir” a las “organizaciones” que “amenazan la integridad territorial y política” del área.