Li Keqiang: Los sucesos de China hoy y mañana
de Wang Zhicheng

En la apertura de la Asamblea nacional del pueblo, el Premier da tranquilidad al país en lo que respecta a los riesgos financieros, promete un crecimiento del 6,5%, una mayor lucha contra la pobreza, la sobre-producción, la contaminación. Los gastos militares crecieron un 8,1%. Silencio sobre los cambios constitucionales, favorables a Xi Jinping


Beijing (AsiaNews)- Al inaugurarse hoy la Asamblea nacional del pueblo (ANP), el Premier Li Keqiang enumeró todos los logros obtenidos por su país en estos años e hizo hincapié en aquellos a futuro, basados en una mayor apertura a las inversiones extranjeras, un incremento del presupuesto de armas, y la lucha contra la contaminación y la pobreza.

La ANP es el Parlamento de China, y a menudo es considerada como una mero papel de calcar de las cosas decididas por el Partido comunista chino (PCC). Los casi 3.000 delegados se reunieron hoy y por 10 días verifican el accionar del gobierno y votan las leyes propuestas por el Comité permanente. En su historia, siempre se votó y aprobó todo cuánto fue propuesto.

El encuentro sucede a pocos meses del Congreso del PCC, que se realizó en octubre, y a pocas semanas de haberse presentado el proyecto del PCC de enmendar la Constitución y hacer caer el límite de dos mandatos a los cargos de presidente y de vice-presidente. Es casi seguro que el cambio sea aprobado por amplísima mayoría, dando fuerza al poder de Xi Jinping. Li rindió homenaje a la dirigencia de Xi, afirmando que ésta ha de ser obedecida en el Partido y en la fuerzas armadas.

 

Un informe de dos horas

En las 2 horas que llevó la lectura del informe, al hacer una revisión de la política de los últimos 5 años, Li aseguró que el país ahora está fuera de cualquier riesgo financiero y que se evitó “un aterrizaje duro”; se logró transformar su economía, basada en inversiones y exportaciones, en una posición más basada sobre los servicios,  el consumo interno y la producción industrial.

El país se convirtió en líder mundial en la producción de trenes de alta velocidad, en el e-commerce y en los pagos on-line; aumentó un 11% las inversiones en investigación y en innovación; sacó de la pobreza a 68 millones de personas, difundiendo un sistema de pensiones básicas de 900 millones.

Para paliar  la sobre-producción, él prometió que este año China reducirá unas 30 millones de toneladas la producción de acero y unas 150 millones de toneladas la extracción de carbón.

 

Crecimiento de 6,5%

Manteniendo el crecimiento en 6,5%, Li prometió que la desocupación no superará el 5,5% y que de ahora en adelante tendrá en cuenta no sólo a los desocupados en las ciudades, sino también a los 270 millones de migrantes que se trasladan desde los campos para encontrar trabajo en las ciudades. El gobierno reducirá la pobreza en otros 10 millones de personas y desplazará 2,8 millones de personas pobres a otras áreas.

Sobre la contaminación -considerado el principal problema de los chinos- él prometió una aplicación más estricta de las leyes, así como una mayor verificación a la hora de garantizar la seguridad alimenticia, otra cuestión que aterroriza a la población.

 

Las aperturas y las amenazas

Li también prometió que abrirá los campos de la telefonía, de la salud, de la educación y de los autos eléctricos a las inversiones extranjeras. De manera “ordenada”,  China se abrirá a la competencia con bancos extranjeros en el rubro de tarjetas de crédito y sobre las inversiones en bancos, seguros e institutos financieros. Justamente en estos días, cada vez más bancos extranjeros piensan retirarse del mercado chino, cansados de las promesas -que hasta ahora, jamás se cumplieron-  de liberalización de las inversiones en sus sectores.

Prometiendo expandir los canales y permitir a más chinos de ultramar trabajar y abrir comercios en China, puso en guardia a la población de Hong Kong y Taiwán en lo que respecta a tratar de buscar la “independencia” de la madre patria. Li reafirmó que Beijing garantizará “en las palabras y en los hechos” el principio “una nación, dos sistemas” y apoyará la economía de Hong Kong y Macao. A los taiwaneses les serán dadas las mismas posibilidades que a los otros chinos en lo que respecta a trabajar, estudiar y recibir atención médica en el continente.

 

Las fuerzas armadas

Li también prometió que el país proseguirá el camino de construir un ejército de primera clase, potenciando “todos los aspectos de adiestramiento militar, de la preparación para la guerra, firmemente decidido en pos de la salvaguardia de la soberanía nacional, la seguridad y los intereses del desarrollo”. Él dijo que las fuerzas armadas deben ser “fuertes como la piedra”.

Li no dio cifras, sino un informe emitido al margen de la ANP, que anuncia que habrá un incremento del 8,1% en los gastos militares, equivalente a 1110 millardos de yuanes (unos 175 millardos de dólares estadounidenses). Según muchos analistas, los gastos militares son más del doble, dado que muchos de los gastos -como por ejemplo los faros, las pistas de aterrizaje, los edificios construidos en las islas disputadas del mar Chino meridional— están contempladas dentro de los gastos “civiles”, y no “militares”.

En las 36 páginas del informe no se citan las cuestiones suscitadas en los últimos meses: los cambios a la Constitución -con la inserción del pensamiento de Xi Jinping, colocado a la par ded de Mao-y las perspectivas sobre la dirigencia, con la posibilidad que Xi Jinping pueda gobernar de por vida.