El Cairo, elecciones presidenciales con un resultado descontado
de Loula Lahham

Las urnas se abren mañana. La elección entre el ex general Al-Sissi y un oscuro Moussa Moustapha Moussa, candidato del último minuto. Otros candidatos ( y opositores de punta se retiraron o fueron arrestados. Temores de abstención y de violencias de parte del Estado islámico. Ayer hubo un atentado en Alejandría: dos muertos y cinco heridos graves.


El Cairo (AsiaNews)- Desde ayer el silencio electoral comenzó en todo el territorio egipcio en preparación de las elecciones presidenciales que se realizarán por tres días a partir de mañana 26 de marzo.

Sobre un total de 100 millones de egipcios, 60 millones de electores están invitados a concurrir a las urnas. Ellos deberán elegir uno de los dos candidatos presidenciales: o el presidente saliente, Abdel-Fattah Al-Sissi, que guía el país desde hace 4 años o un cierto Moussa Moustapha Moussa, presidente de un minúsculo partido político, Al-Ghad (el ). Las urnas abrirán las puertas el 26, el 27 y el 28 de marzo desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde.

Sin ninguna objeción, los observadores aseguran la victoria garantizada del presidente saliente Abdel-Fattah Al-Sissi, para un segundo mandato de 4 años. El único verdadero obstáculo para él es que un gran número de electores piensan abstenerse del voto, sabiendo ya el nombre del vencedor. De hecho, la tasa de participación a las urnas constituye la cuestión más grande.

¿Quién es Abdel-Fattah Al-Sissi ?

Es un ex general del Ejército egipcio que tomó el mando del poder en junio de 2014, después del levamiento popular contra el régimen islamista de los Hermanos musulmanes. Entre los 30-35 millones de egipcios se levantaron en los últimos días de 2013 para protestar contra el régimen político religioso que había reforzado el fundamentalismo integrista musulmán, dañando la unión nacional de los ciudadanos y poniendo en peligro la situación de los cristianos coptos.

Tratando de hacer revivir la economía en dificultad, él se lanzó en proyectos de grandes infraestructuras que marcan grandes sucesos, pero la devaluación de la lira egipcia por parte del Tesoro en 2016, provocó un aumento de los precios, que afectan a los ciudadanos de un Egipto que sufre de una creciente pobreza. Sus adversarios lo critican también por la falta de libertad de expresión y por el estado policial que dirige.

Abdel-Fattah Al-Sissi, de 63 años, también dio orden para restablecer la seguridad y la estabilidad en la península de Sinaí, para poner fin a la insurrección yihadista que hiere a esta región desde hace al menos 5 años. La operación pudo debilitar el Estado islámico (EI) en el Sinaí, que comprende un millar de militantes radicales. Pero según los observadores, esta no llevó a ninguna victoria decisiva y no puso fin a los ataques del EI.

Moussa Moustapha Moussa, candidato del último minuto

Es el único concurrente, dado que los otros pretendientes serios ayer fueron arrestados u obligados a retirarse. El candidato Khaled Alí, una de las figuras emblemáticas de la revolución del 25 de enero de 2011, sufrió fuertes presiones para retirarse. El ex general Ahmad Chafiq había anunciado su candidatura después de una visita a los Emiratos Árabes Unidos. A su regreso a Egipto, él renunció. El general Sami Annan, ex jefe del Estado mayor fue acusado por la justicia militar. El coronel Ahmad Konsowa, también él candidato fue encarcelado por “comportamiento que daña a las exigencias del sistema militar”.

Por lo tanto se necesitaba un candidato para completar el escrutinio pluralista. Algunas voces, desmentidas oficialmente, dicen que Moussa Moustapha Moussa fue elegido por el régimen. Él es el jefe de un pequeño partido liberal que no dispone de ningún escaño en el Parlamento y no representa una candidatura seria, dado que antes de ser candidato, él apoyaba al presidente saliente. Él presentó su candidatura 15 minutos antes de la clausura oficial de las candidaturas, el pasado 29 de enero.

Golpe de escena del Estado islámico

A 48 horas de las elecciones, ayer hacia las 11 de la mañana, un auto-bomba explotó al pasar un convoy del general de la policía Moustapha Al-Nemr, director de seguridad en la gobernación de Alejandría, segunda ciudad de Egipto (a 220 Km al noroeste de la capital, el Cairo, en el Mediterráneo). El general resultó indemne, pero dos agentes murieron y otros 5 están en grave estado. El procurador general Nabil Sadek inició una investigación urgente: se trata de un acto terrorista, reivindicado por una de las ramas de Daesh, infiltradas en el país. Las autoridades prevén un posible aumento de las violencias durante las elecciones. Por esto miles de agentes de policía y otros miles de las fuerzas armadas egipcias fueron desplegados para dar seguridad a las elecciones en las ciudades más importantes, del norte al sur del valle del Nilo, como también en las ciudades del desierto oriental y occidental y en la península de Sinaí.

Todos los gobernadores están preparados para hacer que los resultados estén listos definitivamente el 2 de abril.

De todos modos, los electores están divididos entre el sí y el boicot. Mientras tanto, crece la tensión entre las organizaciones no gubernamentales y aquellas por los derechos humanos, sobre todo por la falta de libertad y la expulsión de Bel Trew, la corresponsal del Times de Londres en el Cairo.