Las víctimas fueron raptadas en Mosul, en 2014. Sus cuerpos fueron hallados en una fosa común. Críticas al gobierno de Narendra Modi, por haber difundido la noticia de la identificación de los cuerpos sin haber hablado previamente con las familias.
Nueva Delhi (AsiaNews/Agencias) – Los cuerpos de los 39 trabajadores indios, asesinados por militantes del Estado islámico (EI) en Irak, serán repatriados a la brevedad, quizás incluso la próxima semana. Es lo que anunció ayer la ministra india de Relaciones Exteriores Sushma Swaraj, al reunirse con los familiares de las víctimas raptadas en Mosul en 2014, cuyos cuerpos fueron encontrados en una fosa común.
La semana pasada, la Sra. Swaraj difundió en los medios la noticia de la identificación de los cuerpos. Enseguida llovieron sobre ella críticas por la “insensibilidad” mostrada hacia las familias de los trabajadores, que han sabido de la muerte de sus familiares a través de la televisión. Durante los cuatro años que ellos permanecieron desaparecidos, el gobierno de Delhi en reiteradas oportunidades declaró que haría todo lo posible para su recuperación. En julio del año pasado, Swaraj había afirmado ante la Lok Sabha (la Cámara Baja del Parlamento indio) que “según información que había recibido recientemente, proveniente de fuentes de terceros, todos ellos se encontraban a salvo”.
Las víctimas habían viajado a Irak en busca de trabajo, a pesar de los riesgos que implicaba el fundamentalismo islámico. Las investigaciones realizadas a partir del ADN han confirmado sus identidades: 27 son originarios del Estado del Punjab; 4, de Himachal Pradesh, 6 provienen de Bihar y dos de Bengala Occidental. Rajrani Sharma, la mujer de Pritpal, relató, con lágrimas en los ojos, que quedó en estado de shock ante el anuncio de la ministra. “Nos habían dicho que todo marchaba bien –lamenta-, que ellos estaban vivos y que el gobierno estaba siguiendo sus pistas”.