Patriarca caldeo: Pascua, la fuerza de Cristo resucitado que vence divisiones y sufrimientos

En el mensaje dirigido a los fieles, mar Sako recuerda la humillación de los ciudadanos iraquíes que han perdido “seguridad, estabilidad y salud” por la guerra y el terrorismo. La invitación a “colaborar” para superar las diferencias de “religión, raza, color”. Las inminentes elecciones políticas son la ocasión de un  “cambio” para llegar a ser una nación “próspera y fuerte”.


Bagdad (AsiaNews)- Irak es la “cuna de la civilización”, una nación de “gloria y fortuna”, transformada en un país “de desastres” por manos de “malvados” que vinieron para “robar y matar”. El resultado es la pérdida de la “seguridad, estabilidad y salud” para muchos ciudadanos, que se sintieron “humillados”. Es cuanto subraya el patriarca caldeo mar Louis Raphael Sako I, en el mensaje de Pascua dirigido a los fieles y enviado a AsiaNews. Sin embargo, este contexto de violencias y de tragedias “no debe hacer que nos desesperemos”, es más, el pueblo iraquí “debe observar estos acontecimientos con la mirada de la fe” en Cristo resucitado y “analizarlos desde el punto de vista histórico y político”.

Dirigiéndose a los fieles del país que viven con entusiasmo y participación las celebraciones de la Semana Santa, su Beatitud exhorta a aprovechar las dificultades como un “elemento de unidad”. La invitación es a “colaborar” para el futuro de la nación, del país, agrega, debe ser aprovechada para “construir confianza” y mano en mano, para poner fin a los sufrimientos (…) aceptando el hecho de ser diversos”.

Desde 2003 hasta hoy la población cristiana en Irak se ha reducido a menos de la mitad. Y las cifras confirman la hemorragia de fieles: del casi millón y medio que eran en el año 2000 se llegó a cerca de medio millón en la actualidad. La guerra de EEUU en Irak para destituir al raís Saddam Hussein, fue la que dio inicio a los ataques de las facciones extremistas contra los cristianos, que fueron equiparados al invasor americano, hasta la llegada del Estado islámico con su espiral de violencia y terror, que ha obligado a muchos a la fuga.

“Cada ciudadano iraquí -advierte el patriarca caldeo- debe sentirse responsable a nivel moral y en una perspectiva nacional por esta situación y puede contribuir a través de iniciativas personales o grupales”. Para superar las dificultades, es necesario vencer una mentalidad “convencional” y promover “el concepto de ciudadanía” adoptando un “lenguaje de paz, solidaridad, afecto”.

Mar Sako recuerda las próximas elecciones políticas programadas para mayo, que representan una “ocasión de oro” para el “cambio”. Por esto, agrega, “invito a todos los iraquíes a ir a votar por el mejor candidato posible, para que nuestros deseos puedan convertirse en realidad” y llegar a beneficiarse  “de una nación próspera y fuerte a nivel social, económico, educativo y cultural”. Un Estado civil, continúa, en el cual la ley “protege” a los débiles y “se aplica de modo igual” para todos. “Irak es para todos nosotros -brilla- es nuestra identidad y nuestro refugio. Y el ámbito religioso le corresponde solo a Dios y debe ser protegido de distorsiones y politizaciones”. “Vayan a votar -es el pedido de mar Sako- conscientes del hecho de que (el Creador) desea que podamos vivir como hermanos y hermanas con orgullo, libertad, dignidad y felicidad. Él es el Dios de la vida, del amor, de la paz, de la misericordia”.

Al final, el primado de la Iglesia iraquí recuerda el mensaje de resurrección que Cristo nos confía con la Pascua, que “debemos llevar siempre en nuestros corazones” y “vivir con pasión” para que el elemento de fuerza y de cambio se haga verdadero. “Hemos visto huérfanos, viudas, sin techo, capaces de superar el dolor porque han encontrado a alguien que ha compartido con ellos el dolor, los ha amado y les ha dado esperanza”. “La resurrección -concluye mar Sako- significa que Dios nos ama como un padre y nosotros estamos en sus manos. ¿Crees en mí? Esta es la pregunta que se nos dirige, en medio de tantas tragedias, para que podamos cambiar nuestro modo de pensar, enfrentando cada elemento de la vida”.