Lahore, muere una joven mujer cristiana desfigurada con ácido. Había rechazado las propuestas de un musulmán
de Shafique Khokhar

Asma Yaqood tenía 25 años y trabajaba como estetista. Rechazó la propuesta de matrimonio de Rizwan Gujjar, que quería también que se convirtiese al islam. En los últimos meses, cinco agresiones con ácido contra las minorías.


Sialkot (AsiaNews) – Una muchacha cristiana de 25 años, Asma Yaqoob, murió ayer en Lahore después de haber sido desfigurada con ácido. Su única culpa, la de haber rechazado las insinuaciones de un hombre musulmán de 30 años de nombre Rizwan Gujjar. La joven era originaria de Sialkot, falleció ayer a causa de las heridas que le ocasionó el ácido, después de 2 semanas de agonía.

A AsiaNews, Aila Gill, coordinadora de la Comisión nacional Justicia y Paz, lamenta: “Las mujeres de las minorías religiosas sufren una doble discriminación o si prefieren, varios niveles de prejuicios. El gobierno debe tomar conciencia de estos actos de intolerancia en relación con las minorías, que están en continuo aumento. Las conversiones forzadas de las minorías religiosas deben ser criminalizadas y el Acid Control and Acid Crime Prevention Bill debe ser aplicado en modo que se puedan prevenir estas violencias”.

Asma trabajaba como estetista desde hacía 2 años y estaba orgullosa del propio empleo. Su hermano Nabeev, de 23 años, trabaja como obrero de máquinas para la prensa Panaflex. En la empresa inició una amistad con Rizwan, de religión musulmana. Desde hace algunos meses, este último frecuentaba normalmente la casa de los Yacoob y también tenía buenas relaciones con Asma, de la cual hacía poco se había enamorado. Hace unos 3 meses atrás, el cambio: Rizwan le pídió matrimonio a la joven muchacha y que también se conviertier al islam, pero ella rechaza ambos ofrecimientos. Para no crear problemas a su hermano, no dijo nada a su familia. Pero, después del rechazo, el comportamiento del musulmán se vuelve agresivo y violento, tanto que Asma trata de evitarlo e ignorarlo también cuando él venía a visitar a su familia.

El 10 de abril pasado la rabia y la frustración de Rizwan, enceguecido por la vergüenza de ser rechazado, explotan. Él se presenta en la ciudad de Pak Pura en la casa de una futura esposa que Asma estaba maquillando y arreglándola para las bodas. Finge ser el hermano y hace llamar a la joven. La joven cristiana pensando que era su hermano quien la buscaba va al patio de la casa: pero quien en realidad la esperaba era el musulmán, que apenas apenas la ve le tira el ácido encima y le prende fuego. Luego escapa. Los gritos desesperados por el dolor de Asma atraen la atención de la futura esposa, que la transportan de urgencia al hospital más cercano. Luego es transferida al reparto de quemados del Mayo Hospital de Lahore. Pero los médicos no logran salvar a la joven, que presenta quemaduras en el 90% del cuerpo.

La señora Gill hace la denuncia, agregando que la agresión sufrida por la muchacha “es el quinto episodio de este tipo contra las minorías en Pakistán en los últimos meses. Asistimos a un preocupante aumento de las violencias y de incidentes de intolerancia y extremismo en nuestro país. ¿Es algo tan raro que una mujer pueda decir ‘no’ a una propuesta de matrimonio?