Lam Wing-kei, uno de los editores raptados por China, viaja a Taiwán

Lam es uno de los 5 editores raptados en 2016, que huyó a Taiwán tras haber roto el silencio impuesto por China, concediendo numerosas entrevistas. En Hong Kong ya no es posible publicar textos críticos contra Beijing. La advertencia a Taiwán: “reunificación” significa “siempre un creciente control del Partido comunista chino sobre todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos”. Los colegas Lee Bo y Gui Minhai todavía siguen bajo la custodia de las autoridades chinas.


Taipei (AsiaNews/ RFA)-Abrir una nueva librería en la democrática Taiwán, para continuar concientizando a la población de que “existe un problema que comparten Hong Kong y Taiwán: el control forzado de China continental”. Es cuanto decidió Lam Wing-kei, uno de los 5 editores de Hong Kong detenidos en 2016 por las autoridades chinas, por haber vendido textos políticos “prohibidos” en China continental porque en éstos se critica al gobierno.

Desde su liberación en junio de 2016, Lam varias veces desafió la orden de la policía china de mantener silencio, y concedió numerosas entrevistas. Después, escapó a Taiwan por temor de ser nuevamente arrestado por Beijing. Su llegada a la isla no fue simple: las autoridades de Taipei se demostraron reacias en acogerlo. “No me esperaba que existiesen tantas personas aquí en Taiwan que están sometidas a la influencia (de China) continental-afirma Lam-quizás porque tienen muchas transacciones en curso. Pero, lo entiendo”.

La nueva librería “Causeway Bay” debería abrir sus puertas en setiembre, en el viejo distrito de Ximending. Por ahora, Lam debe conseguir los fondos necesarios para la nueva empresa.

El editor denuncia el estrecho control de Beijing sobre Hong Kong, donde ya no es más posible publicar libremente, y pone en guardia a los taiwaneses: la “reunificación” propuesta por China -equivalente a  “un país, dos sistemas” para Hong Kong-  no es más que un “control cada vez más creciente del partido comunista chino sobre todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos”.

En Taiwán, el editor también se reunió con varias personas dispuestas a apoyar su misión. “Si China continental es una dictadura, entonces es cierto que queremos oponernos”, declara Lam. “Deberíamos unirnos todos bajo el manifiesto de los valores universales (de la democracia y los derechos humanos) y oponernos a todo aquello que contravenga estos valores”.

Por el momento, dos de sus colegas de la clausurada librería “Causeway Bay” de Hong Kong, Lee Bo y Gui Minhai, siguen bajo la custodia de las autoridades chinas. Lee Bo fue detenido en su oficina en Hong Kong, en tanto Gui Minhai fue detenido primero en Tailandia y luego otra vez más, mientras estaba a bordo de un tren que lo llevaría a Beijing, acompañado por dos diplomáticos suecos. El caso de Gui Minhai provocó la reacción de algunos parlamentarios europeos que pidieron su inmediata liberación.