El Consejo de los Ulemas contra Teherán: ‘quiere destruir la paz en Tayikistán’

Dusambé se alza con una retórica anti-iraní. La acusación de haber desarrollado un rol en la guerra civil de los años ’90 y de sostener a los militantes del partido islámico proscripto. Las inversiones sauditas en el país


Dusambé (AsiaNews/Agencias) – El Consejo de los ulemas del Centro islámico del Tayikistán acusa a Teherán de estar intentando desestabilizar el país para perseguir “sus intereses y ambiciones”. Publicada ayer en el sitio oficial del Comité estatal de Religiones y del Reglamento de las tradiciones, festividades y costumbres, la declaración de los estudiosos musulmanes acusa a Irán de estar involucrado en los “eventos sangrientos en Afganistán, Irak, Siria y Yemen, y, ahora, con sus numerosas provocaciones, [Teherán] quiere destruir la paz en Tayikistán”. “Estamos convencidos –continúa el comunicado- de que Irán, para el logro de sus intereses y ambiciones, intenta generar discordia, y, una vez alcanzado su objetivo,  el problema pasará a manos de los enemigos del islam y de los musulmanes”.

Los líderes religiosos se refieren particularmente a la acusación según la cual Teherán habría desarrollado un rol importante en la guerra civil que devastó Tayikistán en los años ’90. A ésta, se suma aquella según la cual estaría financiando al partido del Renacimiento islámico en Tayikistán (IRPT) –proscripto por el país desde el 2015, tras habérselo definido como una “organización terrorista”-  y protegería a algunos miembros suyos en el exilio, entre ellos, al líder Muhiddin Kabiri.

La toma de posición de los ulemas tayikos sucede luego de una insólita protesta, llevada a cabo el 21 de mayo frente a la embajada iraní (ver foto). Cerca de 50 manifestantes agitaron carteles en los cuales afirmaban “no queremos revivir los hechos del 1992-2000” y “abajo Kabiri”. Fuentes mediáticas informan que algunos participantes fueron demorados por la policía, para luego ser liberados tras presentar una nota con las explicaciones del caso. La policía no brindó declaraciones acerca de quién estaría detrás de la manifestación. Según ciertos observadores, la protesta podría ser “fingida”: hay imágenes de la protesta en las cuales pueden verse hombres vestidos en ropa deportiva que parecerían “dirigir” a los manifestantes.

El 12 de mayo pasado, el mismo presidente tayiko Emomali Rahmon arremetió contra un militante de la oposición que durante la guerra civil obtuvo dinero de un poder extranjero que “se auto-definía como un amigo nuestro”. Si bien en ningún momento menciona abiertamente a Irán, Rahmon afirmó que tanto el militante como el mismo IRPT se convirtieron al chiismo. Una denuncia que resulta insólita, sobre todo si se tiene en cuenta que, en el pasado, el presidente tayiko había acusado al partido de tener vinculaciones con el sunita ISIS.  

Ha de decirse que la retórica anti-iraní coincide con un contexto de nuevas inversiones de otros países del Oriente Medio, con Arabia Saudita en primerísimo lugar. Un fondo de inversiones saudita recientemente aceptó asumir la compra del 51%  de un banco tayiko en dificultades debido a una grave falta de liquidez que venía prolongándose desde el 2015, el Tojiksodirotbank. E instituto tiene una deuda con sus clientes que equivale a 102 millones de dólares. Arabia Saudita no oculta en absoluto su interés en expulsar a Irán de Tayikistán. En el pasado mes de septiembre, durante una entrevista, el embajador saudita dijo estar satisfecho con los resultados de su labor diplomática, que culminaron con “la expulsión de Irán y de sus agentes fuera del país”.