Según la costumbre, el tradicional cuchillo khukri debe hacer derramar sangre cada vez que es desenvainado. Admirados por su valor y sus capacidades de combate, por más de 200 años fueron pagados también por el ejército británico. Unos 1800 viven en Singapur, pero viven separadamente y no les está permitido casarse con las mujeres del lugar.
Singapur (AsiaNews/Agenzie) – Los Gurkha de Nepal, una de las tribus guerreras más feroces dl mundo, vigilarán la histórica cumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un, el presidente de los EUU y el líder de Corea del Norte. El encuentro está programado para realizarse en la ciudad-Estado el próximo 12 de junio. Las unidades de elite d la policía de Singapur, comprendido el contingente Gurkha, se ocuparán de la seguridad del lugar donde se desarrollará la cumbre, de las calles circunstantes y de los hoteles que hospedarán a las delegaciones.
Los Gurkha, que en Singapur mantienen una presencia de bajo perfil, en los días pasados fueron más visibles de lo normal en una conferencia sobra la seguridad, a la cual participó el Premier indio Narendra Modi, el secretario de Defensa de EEUU, Jim Mattis y otros ministros de la región. Los expertos afirman que su desplazamiento en ocasión del encuentro revele una “prueba general” para los coloquios EEUU-Corea del Norte.
No obstante los armamentos modernos de los cuales están dotados, los Gurkha no se preparan para ninguna batalla sin el tradicional khukri, un cuchillo pesado recurvo. Según la costumbre, este debe hacer correr sangre una vez que es desenvainado. Reclutados por las Fuerzas de seguridad en las mesetas nepalesas, son unos 1800 los Gurkha que sirven en 6 compañías paramilitares en Singapur.
Admirados por su valor y sus capacidades de combate, desde hace unos 200 años los guerreros nepaleses son pagados también por el ejército británico. Por el momento los Gurkha sirven también en la Fuerzas armadas de India y Brunei. Combatieron en las guerras mundiales como también en el conflicto de las Islas Malvinas y más recientemente en Afganistán. En Singapur, ellos representan una fuerza neutral dentro de un tejido muy diversificado y se ocupan de la seguridad de personalidades importantes y de operaciones antidisturbios.
En períodos de tensiones en la región, los Gurkha han protegido a las escuelas internacionales y se los ve a menudo en los pasos fronterizos entre Malasia y Singapur. Los soldados viven con sus familias fuera de la ciudad, en el Mount Vernon Camp, un enclave donde está prohibido entrar a los habitantes de Singapur y está sujeto a toque de queda. Llegados a los 45 años de edad, los Gurkha son jubilados y al final repatriados. Mientras que sus hijos frecuentan las escuelas locales, a los soldados no les está permitido casarse con las mujeres locales.