Kachin: en siete años de conflicto, 405 pueblos destruidos y 150.000 desplazados

Desde el 9 de junio de 2011, se produjeron 3.800 enfrentamientos armados entre el ejército birmano y los rebeldes de la minoría cristiana. Han quedado dañadas o destruidas 311 iglesias, 24 monasterios budistas, 34 centros para la infancia, 122 escuelas y 264 centros de salud.  


Rangún (AsiaNews) – La guerra civil en el Estado septentrional de Kachin ya ha ingresado a su séptimo año. El 9 de junio de 2011, las tropas del Tatmadaw [el poderoso ejército birmano] emprendieron una ofensiva militar contra los rebeldes del  Kachin Independence Army (KIA) en los alrededores de una central hidroeléctrica china en Momauk. Los enfrentamientos desencadenaron la reanudación de un añoso conflicto, poniendo fin a un cese del fuego que había durado 17 años, declarado entre el gobierno birmano y la Kachin Independence Organization (KIO), el brazo político del KIA. Ésta es la organización política que refleja las aspiraciones autonomistas de la minoría étnica Kachin, compuesta por cristianos, de los cuales un 40% es católico y un 60%, baptista.

Según datos oficiales de la KIO y de  varias organizaciones de las comunidades locales, entre los dos bandos ya llevan registrados más de 3.800 enfrentamientos armados desde el mes de junio de 2011. Los combates entre el KIA y el ejército birmano han continuado durante el gobierno de la National League for Democracy (NLD), conducido por la líder democrática Aung San Suu Kyi, que se ha dedicado a entablar un difícil proceso de paz, tanto en el Estado étnico como en todo el territorio del país. En estos dos años y medio transcurridos desde el triunfo electoral de la NLD ha habido más de 1.300 enfrentamientos. El gobierno está siendo duramente criticado por parte de los activistas por la paz, quienes denuncian el silencio de las instituciones ante semejante guerra y ante las violaciones de derechos humanos (homicidios extrajudiciales, encarcelamientos, violaciones y vejaciones) perpetradas sobre el pueblo Kachin.

Caritas Myanmar (Karuna Mission Social Solidarity - KMSS) informa que suman cerca de 150.000 los habitantes que fueron desplazados desde la reanudación de la guerra civil. De éstos, unas 130.000 personas viven en 165 campos para desplazados internos (IDPs) localizados en Kachin y en el norte del Estado limítrofe, Shan; otras 20.000 son alojadas en comunidades de acogida.   Desde que se retomó el conflicto, 405 pueblos fueron dañados o destruidos. A éstos deben sumarse 311 iglesias, 24 monasterios budistas, 34 centros para la infancia, 122 escuelas y 264 centro de salud. Sólo considerando lo que va del 2018, 50 pueblos fueron abandonados, y sus habitantes obligados a ponerse a salvo en campos de refugiados, en familias que puedan hospedarlos o en casas de parientes. Los nuevos IDPs son más de 6.000. En su huida, muchos civiles mueren o resultan heridos por las minas anti-hombre, que están diseminadas por vastas áreas del territorio. Este año murieron 13 personas y 39 resultaron gravemente heridas en estas explosiones.  

La asistencia humanitaria brindada a los IDPs ha ido disminuyendo a lo largo del año, y muchos sufren las consecuencias de estos recortes. Cuando se desvanece la esperanza de llegar a una solución pacífica para el Estado Kachin, las agencias de la ONU, las ONG y las organizaciones de inspiración religiosa, como Caritas, tienen dificultades para recaudar fondos, a fin de sostenerla. El precario estado de los refugios, el clima frío y las condiciones meteorológicas extremas condicionan la dura vida en los campos. La moral y la esperanza de niños, mujeres, jóvenes y ancianos se debilitan debido a los continuos enfrentamientos armados y viendo la merma en las ayudas.  

Hace tres días, el Movimiento juvenil Kachin y otras organizaciones de la sociedad civil organizaron un servicio de oración por la paz en Myitkyina, la capital del Estado. La Iglesia católica y otros líderes religiosos oficiaron el pacífico evento. Las fuerzas de la policía de Myanmar intimidaron a los participantes mientras duró el evento, y por la tarde, las autoridades comunicaron a algunos de los organizadores que iban a ser interrogados, porque la manifestación se había extendido más de lo previsto. También tuvieron que responder por los espectáculos que habían organizado los jóvenes participantes. En el día de hoy, el tribunal local les ordenó el pago de una multa.