El párroco de Tho Hòa lleva adelante una protesta frente a la cárcel de Biên Hòa para pedir la inmediata liberación de una mujer que está desaparecida hace más de 10 días. Phạm Ngọc Hạnh, madre di cinco hijos, había participado en las protestas pacíficas contra las leyes de seguridad informática y las unidades administrativas y económicas especiales. Por su apoyo a la democracia y a la libertad, el sacerdote hace tiempo que está siendo estrictamente controlado por las autoridades.
Hanói (AsiaNews)- Las protestas del p. Nguyễn Duy Tân “son la bella imagen de un pastor valiente, que se atreve a ocuparse de su grey”. El p. Paul Van Chi Chu, vocero de la Federación de medios de comunicación católicos vietnamitas, comenta de esta manera el video que muestra al sacerdote en hábito clerical, clamando por la liberación de una fiel frente al centro de detención de la policía. En los últimos días, la filmación se viralizó en internet.
A pesar del gran temor que rige en la sociedad a que se produzca una brutal represión, el 19 de junio, el padre Tân, párroco de Thọ Hòa (provincia de Đồng Nai), fue hasta la cárcel de la policía de Biên Hòa (a 30 km al norte di Saigòn). El sacerdote pidió la inmediata liberación de una laica que está desaparecida desde hace más de 10 días. La misma policía parecía asombrada por su valentía.
La última vez que Phạm Ngọc Hạnh, madre de cinco hijos, fue vista en público fue el 10 de junio, cuando participó de una protesta pacífica en el parque central de Nng Nai. Las filmaciones de las manifestaciones publicadas en las redes sociales muestran que Hanh fue golpeada y arrastrada por las calles por un grupo de hombres vestidos de civil. Desde entonces, no se tienen más noticias suyas.
El párroco acusa a la policía de haber agredido y arrestado de manera arbitraria a una mujer pacífica, que sólo quería expresar su disenso en relación a las nuevas leyes sobre seguridad informática y las unidades administrativas y económicas especiales. Para millones de vietnamitas, éstas últimas representan una “ventas a muy bajo precio de las tierras” a China. Miles de personas en todo el país fueron arrestadas después de las manifestaciones del 16 de junio, porque el régimen comunista aplica una estricta censura y no tolera las críticas.
La protesta dl p. Tân no tuvo éxito y provocó críticas por parte de los órganos de información estatal. Sin embargo, el p. Paul Van Chi Chu expresa aprecio por el coraje demostrado “en uno de los momentos más difíciles de la historia de la nación”.
El p. Tân, de 50 años, también fue víctima de la represión. Dos semanas antes de su protesta, fue detenido en el aeropuerto de Tân S Nn Nhất por los agente de seguridad pública. ´l se estaba embarcando en un avión hacia Malasia con otros 24 sacerdotes de la diócesis de Xuân Lộc. Pero le fue dicho que “no le estaba permitido viajar al extranjero, bajo pedido del departamento de pública seguridad de la provincia de Nng Nai”. A tal propósito, el p. Tân declaró: “Sospecho que el motivo sea mi intervención en el encuentro del 16 de mayo con los representantes de la Unión europea (UE)”. En la reunión habían tomado parte el embajador alemán y funcionarios del Alto comisariado de la Onu por los derechos humanos (UNHCHR). El p. Tân, junto a los representantes de otras religiones, había acusado al régimen de violar en modo arbitrario los derechos humanos de su pueblo.
Por su apoyo a la democracia y a la libertad, hace tiempo que el párroco de Thọ Hòa está siendo vigilado de cerca por las autoridades. El 4 de setiembre del año pasado, el sacerdote había sufrido una agresión por parte de las “Hội Cờ Đỏ” (Banderas rojas), un grupo de matones partidarios del gobierno que intenta sofocar el compromiso social de la comunidad católica.