Pontianak, tres obispos van al encuentro de los jóvenes católicos: ‘Sean personas de la misión’ (Foto-Video)
de Mathias Hariyadi

En el tercer día del encuentro, los prelados han compartido las propias experiencias personales de sacerdotes y de líderes de la comunidad en sus respectivas diócesis. El encuentro con los misioneros holandeses y los padres pasionistas llevaron a Mons. Pius Riana Prapdi y a Mons. Agustinus Agus a seguir su vocación.


Pontianak (AsiaNews)- Ser buenos con el prójimo, como “hombres y mujeres de la misión”. Es la invitación que 3 obispos indonesios dirigen a los participantes dl encuentro nacional de los jóvenes católicos en la arquidiócesis de Pontinak (Kalimantan Oeste). Organizado por la Serikat Kepausan Anak dan Remaja Misioner (Sekami – Pontificia sociedad de los jóvenes misioneros) y con el lema: “defender la alegría bíblica dentro de la diversidad”, el evento inició el 3 de julio y concluyó el 6.

En el tercer día del encuentro, los 3 prelados han compartido con los jóvenes sus propias experiencias personales como sacerdotes y líderes de la comunidad en sus respectivas diócesis. Ello son: Mons. Agustinus Agus, arzobispo de la diócesis que  hospedó el encuentro; Mons. Pius Riana Prapdi, obispo de la diócesis de Ketapang (también ésta en Kalimantan Oeste); Mons. Aloysius Sudarso, arzobispo de Palembang (Sumatera del Sur). Los jóvenes han escuchado sus testimonios sentados en el suelo, sin temor de hacer preguntas a veces confidenciales.

Originario de Yogyakarta  (Java Central), Mons. Prapdi contó sobre su vida familiar, humilde y simple, que caracterizó su infancia. La pregunta que en aquellos tiempos lo atormentaba era: “¿Qué comemos hoy?” Porque era el hijo mayor, le tocaba proveer para la comida para sus hermanos-declaró el prelado- y yo estaba feliz de hacerlo. Por esto, compartir las cosas buenas y se convierten en un compromiso personal en mi servicio a la diócesis y a la comunidad católica”. Mons. Prapdi jamás habría pensado ser sacerdote, menos aún obispo. Sin embargo, las frecuentes relaciones con los misioneros holandeses de la provincia de Sumatra del Sur, donde se había transferido, contribuyeron en su vocación y su ingreso al seminario de Palembang.

Nacido en un pequeño y remoto pueblo de la diócesis de Sanggau (Kalimantan Oste), también Mons. Agus jamás se habría esperado ser sacerdote. Su adolescencia fu marcada por el encuentro con algunos misioneros extranjeros: los padres pasionistas. Ellos empleaban días para llegar a su y a los otros pueblos en medio de los bosques, dando prueba de valentía y compromiso. “Si los extranjeros enfrentan todo esto, ¿por qué yo no debería hacer lo mismo, por el bien de mi gente (los tribales Dayak)?”, se preguntaba Mons. Agus.

El día después del encuentro con los jóvenes, los tres obispos celebraron la solemne misa que marcaba la conclusión del “jamboree” nacional (Video).