Uno de cada cuatro niños es víctima de conflictos y desastres naturales

Un reporte presentado por las Naciones Unidas muestra que 357 millones de menores están involucrados en guerras sangrientas. La peor situación es la que se vive en Yemen, Mali y Sudán del Sur. UNICEF: “supera todo lo que pueda imaginarse”. Una resolución aprobada por unanimidad considera a los niños soldado como primeras víctimas. Y resalta la variedad de necesidades en el tratamiento que se brinda a varones y mujeres. En 2017, hubo más de 21.000 casos de violaciones.


Beirut (AsiaNews) – Un cuarto de los niños del mundo –cerca de 535 millones en total- viven en naciones azotadas por las guerras o desastres, sean éstos naturales o no. Y la cifra de menores involucrados en conflictos supera los 357 millones. Es cuanto surge de una investigación publicada ayer por UNICEF, que fue presentada por su directora ejecutiva, Henrietta Fore, durante una reunión en el Consejo de seguridad de las Naciones Unidas cuyo tema central fueron los menores y los conflictos armados. Se trata de una situación que, según advierte la experta, “supera todo lo imaginable” y que afecta a un niño de cada cuatro, en total.

Al dirigirse a los representantes de los 15 países que son miembros del Consejo, la alta funcionaria de la ONU recordó la situación de los niños y jóvenes cuyas vidas son devastadas por conflictos, sobre todo en Yemen, Mali, Sudán del Sur y Siria. Fore también se refirió al drama de los niños soldado, que son reclutados para combatir, y que mueren por las minas anti-hombre o en el curso de ataques contra sus escuelas.  

“El peligro –advierte- es que puedan perder la esperanza, no sólo en su futuro, sino también en el futuro de sus mismos países”.

Suecia -que este mes está ocupando la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU- ha organizado un encuentro sobre el tema: “Proteger a los niños hoy, prevenir los conflictos del  mañana”. El representante en las Naciones Unidas también ha promovido fuertemente la aprobación –que se dio, y por unanimidad- de una resolución que apunta a reforzar la acción orientada a la protección y a la tutela de los más pequeños.

Por primera vez, los niños reclutados o implicados en conflictos deben ser tratados, ante todo, como víctimas, y no como actores primarios en el contexto de los combates. Además, la resolución invita a todas las naciones a “considerar medidas extra-judiciales y procedimientos alternativos a la cárcel o a la incriminación penal”, orientándose, en cambio, a la “recuperación, a la rehabilitación y a la reinserción” en la sociedad de aquellos menores que anteriormente fueron “contratados  por fuerzas o grupos armados”.

Por otro lado, la resolución resalta –y ésta también es una primicia absoluta- que las necesidades y las dificultades de los niños son distintas dependiendo del caso, y que necesitan respuestas variadas. En este sentido, la educación, la atención, así como el cuidado físico y mental se vuelven esenciales.  

Virginia Gamba, representante especial de la ONU dedicada a niños y conflictos armados, dice estar “profundamente turbada” por las más de 21.000 violaciones que han afectado a menores y a sus derechos a lo largo del 2017. Un dato que muestra un aumento “significativo” si se lo compara con el del año anterior, cuando se habían registrado 15.500 violaciones. “La mayor parte de estos casos –advierte- son obra de grupos armados, incluso cuando los mismos gobiernos y otros actores juegan un rol importante”.