Saigón, el compromiso de la Iglesia por las familias y los emigrantes
de Paul N. Hung

Los católicos prestan servicio en los “puntos misioneros” esparcidos en las periferias. Separaciones, divorcios y núcleos restringidos son cosas siempre más presentes. Mons. Joseph Nguyễn Năng: “La vida cambia, pero la ‘verdadera naturaleza’ del matrimonio no”.
 


Ho Chi Minh City (AsiaNews) – Las familias de emigrantes que viven en contextos de marginación social y pobreza pueden beneficiar de las iniciativas pastorales lanzadas por la arquidiócesis de Saigón contando con el compromiso de sacerdotes y fieles. A causa del fuerte aumento de la población ciudadana, la comunidad católica está llamada a renovar los esfuerzos para el cuidado y el desarrollo pastoral de los últimos, en los “puntos misioneros” diseminados en las periferias. Aquí trabajan desde hace años los voluntarios que pertenecen a grupos de laicos, asociaciones juveniles y diversas organizaciones católicas

Los habitantes de Ho Chi Minh City (Saigón) son cerca de 14 millones, el 5,7 de los cuales son emigrantes de otras provincias del país. Entre éstos, hay 300 mil católicos provenientes de las regiones septentrionales. “Vienen para ganarse para vivir- declara a AsiaNews, sor Teresa, de Caritas Saigón-. La búsqueda de un trabajo, la educación de los hijos y la práctica religiosa, son aún mayor las dificultades que se encuentran que tienen que enfrentar”.

Sólo entre enero y mayo pasados, son 1.000 los católicos de la diócesis de Phát Diệm (provincia de Ninh Bình) que se transfirieron a Saigón por trabajo, estudio u otros motivos. Mons. Joseph Nguyễn Năng, obispo de Phát Diệm, normalmente visita a la comunidad  emigrada al sur. Este año fue acompañado por más de 20 sacerdotes de la diócesis. Durante el encuentro, el prelado compartió con los fieles una reflexión sobre la condición familiar en los tiempos modernos.

“Como sabemos, la vida de las familias está atravesando una grave crisis, ya sea en la sociedad como también en la Iglesia- declaró el obispo- Los vietnamitas tienen ya una visión diversa, diferente de la vida y de sus costumbres. El materialismo ejercita una influencia negativa y en las familias parece que falte la alegría y las risas. Separaciones, divorcios y núcleos restringidos son cosa siempre más frecuentes”. Mons. Nguyễn invitó a cada familia a “rezar a Dios cada día”. “Deben calmarse y distinguir lo que es justo de lo que está equivocado. Cuando serán pacientes en la oración, encontrarán la felicidad. La vida cambia, pero ‘la verdadera naturaleza’ del matrimonio no cambió, concluyó.
La arquidiócesis de Saigón dirige una particular atención también a los frutos del matrimonio: los hijos. El p. John Lê Quang Việt, responsable para el ministerio de los Jóvenes, afirma: “Los jóvenes están en grado de desarrollar iniciativas y actividades pastorales, si en las parroquias se verifican las condiciones y los programas oportunos. En este contexto social, de todos modos los jóvenes están a menudo confundidos por el ‘mundo virtual’. Como consecuencia, son a menudo víctimas de sexo prematrimonial, del aborto y del divorcio”.

“Los jóvenes necesitan ser iluminados por los 4 principios de la Doctrina social de la Iglesia católica-afirma el p. John-. Ellos son: persona humana, bien común, solidaridad y complementariedad. estos cuatro valores de dignidad ayudar´+an a los jóvenes a rezar en modo diligente y a acercarse a los sacramentos, para poder así recibir las gracias de Dios”.