Ejercicios navales en el Mediterráneo: el ‘muro’ ruso para terminar con el Estado islámico
de Vladimir Rozanskij

Las maniobras desplegarán 26 buques de guerra y portaviones, incluidos dos submarinos; 34 aviones de transporte y de caza llevarán misiles estratégicos. Se busca hacer frente a las posibles maniobras de la coalición guiada por los EEUU contra las posiciones de la guerra en Siria y evitar la creación de una no-fly zone.


Moscú (AsiaNews) – Hace dos días, el 1º de septiembre, en las aguas del Mediterráneo oriental, comenzaron las grandes maniobras de adiestramiento de la Flota y de la Fuerza aérea rusas, en las cuales participarán los buques de la flota del Norte, del Báltico, del Mar Negro y la flotilla del Caspio. Tal como ha comunicado el jefe del Estado mayor Vladimir Korolev, en total, habrán de desplegarse 26 naves de guerra y portaviones. Además, siempre según las palabras del almirante, participarán en la maniobra cuando menos 34 aeronaves: aviones de la marina, de transporte de largo alcance y de guerra, que llevarán misiles estratégicos TU-160, aviones anti-sumergibles TU-142MK y Il-38, aviones de caza SU-33 y SU-30SM.

En la actualidad, las fuerzas rusas dispuestas en el Mediterráneo cuentan con más de 10 estandartes de grupos armados, comenzando por el crucero lanzamisiles “Mariscal Ustinov”. En el conjunto de fuerzas desplegadas hay naves y submarinos cargados con misiles de crucero “Kalibr” (un arsenal que suma 56 misiles). El motivo oficial con el cual se justifica el adiestramiento es la disposición de un sistema general de defensa de las comunicaciones marítimas, para hacer frente a la piratería y para brindar ayuda a las naves que se encuentren en dificultades.  

Sin embargo, la finalidad real de semejante despliegue es contrarrestar las posibles maniobras de la coalición guiada por los EEUU contra las posiciones de la guerra en Siria, e impedir la creación de una zona de exclusión aérea o no-fly zone, que es aquello a lo que apuntarían los americanos.

Los ejercicios de adiestramiento se prolongarán hasta el 8 de septiembre, e incluirán pruebas prácticas de operatividad de misiles y de artillería. No es casual que el almirante Korolev haya subrayado que “a fin de hacer respetar las normas del derecho internacional –sin violaciones-, garantizando la seguridad de la región, los adiestramientos fueron avisados con el debido tiempo, advirtiendo que podrían constituir un peligro para la navegación”. De esta manera, las agrupaciones militares rusas no sólo podrían bloquear un posible ataque de los EEUU en Siria -lanzado desde el Mediterráneo-, sino que también tendrían la  posibilidad de organizar ataques contra los rebeldes.

Además, se espera que en estos días las naves de la flotilla del Caspio preparen una nueva maniobra táctica en mar denominada “El Muro”. Según fuentes militares, se trata de un sistema particular de construcción de naves y aviones de patrullaje y de ataque, que permiten a las naves antiaéreas del litoral aumentar muchísimo sus capacidades de combatir vuelos a baja altura, incluyendo los misiles de crucero.  

Por lo tanto, con el “Muro Mediterráneo” los rusos apuntan a estabilizar definitivamente la división de la región una vez concluida la guerra en Siria, que en los próximos meses debiera lograr el objetivo de aniquilar las fuerzas residuales de lo que alguna vez fuera propuesto como el “Estado islámico”.