Iglesias, sociedad y religiones frente a la xenofobia, el racismo y el nacionalismo

Está en curso una Conferencia internacional sobre el tema, cuya organización está a cargo del Dicasterio Vaticano para el servicio del Desarrollo humano integral y del Consejo ecuménico de las Iglesias (WCC), en colaboración con el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los cristianos. El evento se focaliza sobre los “miedos” que generan los migrantes, pero también sobre la obra de las Iglesias y religiones, de la sociedad civil y de la política. Un representante de Libia juzga que es “criminal” la operación de la Unión Europea denominada “Sofía”, que apunta a expulsar (y hundir) a los migrantes que navegan en las aguas pertenecientes al territorio de Libia. Según algunos enviados, el enfoque de la conferencia es demasiado “europeo”.


Roma (AsiaNews) – Hoy continuará, en el Hotel Ergife de la ciudad de Roma, la Conferencia internacional sobre "Xenofobia, racismo y nacionalismo populista en el contexto de la migración global”. El evento fue organizado por el Dicasterio Vaticano para el servicio del Desarrollo humano integral y por el Consejo ecuménico de las Iglesias (WCC), en colaboración con el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los cristianos. Están presentes 200 invitados, que incluyen personalidades de la política, de la sociedad civil y de las Iglesias que desarrollan una labor en el mundo de los migrantes, además de varios medios.  

Ayer, la apertura del evento fue encomendada al Card. Peter Appiah Turkson, prefecto del Dicasterio para el desarrollo humano integral. Él marcó los carriles por los cuales se ha de trabajar a la hora de intervenir en situaciones de este tipo: ante todo, verificar de qué manera “las sociedades que los reciben entretejen lazos con los recién llegados, y ver cuál es la mirada que tienen sobre el forastero”. Luego, sacar a flote la presencia – o no - de actitudes de racismo presentes en nuestras sociedades, con las cuales se justifican “la indiferencia, la marginación, el odio, al exclusión y el descarte de un ser humano”. Por último, “reflexionar sobre el rol que las Iglesias son llamadas a desempeñar” en el contexto de las migraciones.

Citando a Benedicto XVI en su encíclica social Caritas in veritate, el Card. Turkson resaltó que “la sociedad, cada vez más globalizada, nos acerca, pero no nos vuelve hermanos”, y que “la desconfianza y el miedo prevalecen sobre la confianza y la apertura hacia el otro”.

El “miedo” fue un tema afrontado por muchos. El secretario de la WCC, Olaf Fykse Tveit, sacó a la luz el modo en que los políticos utilizan dicho miedo para dividir a la sociedad y “poner a unos contra otros”. El obispo Heinrich Bedford-Strohm, de la Iglesia evangélica alemana, precisó que en relación a los migrantes existe un miedo “criminal”, temiendo que ellos puedan ser fuente de delitos; un miedo “social” que hace que sean vistos como competidores a nivel económico; y un miedo “cultural”, que teme que la propia cultura sea sofocada por la presencia de otras culturas y religiones. A tal propósito, el resaltó que es frecuente ver, en Alemania, defensores de la “civilización cristiana” que no van a la iglesia ni frecuentan ninguna comunidad, pero que se oponen fuertemente a la presencia de musulmanes en Europa. Al menos el 30% de los cristianos alemanes (“incluyendo a los miembros del clero”) son xenófobos.

Confirmando la resistencia existente en la política ante las migraciones, Felipe Camargo, del Alto Comisionado para los Refugiados en la Organización de las Naciones Unidas  (ACNUR) para el Sur de Europa, mencionó el hecho de que en el Parlamento europeo se está queriendo discutir los criterios para la recepción de refugiados, de modo de volverlos aún más restrictivos.

Durante el debate, surgieron críticas en relación al enfoque de la Conferencia. Para algunos miembros, la visión expresada es demasiado “europea”, y ligada sólo a las cuestiones de los migrantes en el Mediterráneo. Un representante del Patriarcado greco-ortodoxo de Jerusalén recordó el problema de los refugiados palestinos; por su parte, el libanés Ziad El Sayegh, del Consejo de las Iglesias del Oriente Medio, recordó la presencia de más de un millón de refugiados sirios en el Líbano y en Jordania. Algunos miembros de África resaltaron que millones de africanos – en el Congo, en Sudán del Sur, etc. – no vienen a Europa, sino que son alojados en países africanos vecinos. El Prof. Kofi Awusabo-Asare, docente dedicado a estudios sobre población en Accra (Gana) subrayó que el racismo no está presente solamente en Europa, sino también en África, aún cuando allí haya una mayor homogeneidad racial. “El racismo –dijo a AsiaNews – existe, incluso entre una tribu y otra”.

La crítica más fuerte –dirigida a la política internacional más que al encuentro mismo- provino del Prof. Aref Nayed, de Libia, quien definió como “criminal” la operación “Sofía” con la cual se expulsa de las aguas territoriales libias a los migrantes que huyen del país para dirigirse a Europa. Él acusó a la policía y a la guardia costera libia de hundir los botes que llevan migrantes a bordo.

Según Nayed, en el islam existen principios que salvaguardan la hospitalidad para con el forastero. Los “mercaderes de la muerte” que trafican a los migrantes en Libia, no solamente ejercen la violencia contra ellos, sino “contra el islam”, dijo.  

Representantes de otras religiones – un hindú, un cristiano, un budista – mostraron de qué manera las religiones de por sí tienden a una hospitalidad, a una acogida, pero a menudo son utilizadas con fines nacionalistas y racistas. El representante budista japonés, Katsutoshi Mizumo, de Rissho Kosei-kai, se refirió a la presencia de algunos miembros budistas entre los refugiados rohinyás acogidos en Bangladés. En Myanmar, los rohinyás son perseguidos por el ejército y por los budistas extremistas.  

En la tarde de ayer, se presentaron las relaciones del director de AsiaNews y del corresponsal de AsiaNews en Rangún, a las que nos referiremos en otra parte de la edición de hoy, transcribiendo el contenido completo de sus presentaciones. Mañana, los participantes serán recibidos por el Papa Francisco.