Jerusalén: Wang Qishan, aliado de Xi Jinping, ‘reza’ en el Muro de los Lamentos
de Wang Zhicheng

El vicepresidente chino también habría visitado la iglesia de la Natividad en Belén. En las redes sociales se recuerda que los miembros del Partido tienen prohibido profesar una religión y también participar en funciones religiosas. Las contradicciones con las persecuciones religiosas en China (iglesias y cruces destruidas). Crece el número de turistas chinos que viajan a Israel, e incluso de peregrinos cristianos. En la República popular, el 85% cree en alguna religión o elemento espiritual.

 


Beijing (Asis News)- Una foto que está dando la vuelta al mundo: el vicepresidente Wang Qishan, estrecho aliado de Xi Jinping, con los ojos cerrados y la cabeza cubierta, apoya sus manos sobre las piedras del Muro occidental (“el Muro de los Lamentos”), en la zona hebrea de Jerusalén, de la misma manera en que los devotos israelitas rezan, esperando la venida del Mesías. Junto a él, un funcionario chino, con el kipá, guía al augusto miembro del Partido comunista en el simple rito.

Diversos chinos, tanto en blogs como en redes sociales, resaltan la contradicción: “¿Wang Qishan no suscribió el compromiso de que un miembro del Partido no debe ser religioso? Por un lado se ordena la prohibición, válida para funcionarios civiles cristianos, docentes o médicos, de entrar a una iglesia, ¡y por otro lado, él fue corriendo al Muro para rezar!”

Desde hace años el Partido comunista chino impone a sus cuadros no participar en ceremonias públicas religiosas y profesar el ateísmo tanto mientras se desempeñan en funciones en cargos públicos, e incluso cuando se jubilan.

La imperiosa prohibición es tan fuerte cuanto inútil: cada vez más miembros del Partido comunista se acercan a la fe cristiana, se hacen bautizar en secreto y los días domingos recorren cientos de km para participar en alguna misa, lejos de las miradas conocidas. Según el sociólogo Richard Madsen, al menos el 85% de los chinos cree en algún elemento espiritual o religioso.

Los comentarios en la web no son clementes con Qiang Qishan. “Por años -dice uno- han demolido iglesias, cruces y han frenado a los evangelizadores, cerrando innumerables lugares de culto”. Otro opina con ironía. “¡Realmente! ¡No es falso ni siquiera por un poquito!”

Otro se expresa así. “¡No es realmente un compromiso de fe! ¡Para los chinos, todo es usado en función de sus intereses, y no precisamente por temor de Dios!”.

De hecho no se comprende este gesto de Wang Qishan: no queda claro si es un modo de calmar al Estado israelí o si es expresión de un respeto por la religión (cosa que no sucede en casa). Algunas agencias dicen que Wang Qishan también visitó, además de la Autoridad palestina, la iglesia de la Natividad en Belén.

Wang viajó a Israel y a Palestina para una visita de tres días, la semana pasada, del 24 al 27 de octubre. Participó en el Israeli Innovation Summit, junto al Premier Benjamín Netanyahu, para potenciar la colaboración entre China e Israel en el campo de la tecnología informática. En el encuentro estuvieron presentes Jack Ma de Alibaba, Eric Schmidt de Google y David Marcus de Facebook.,

Desde 2014, cuando fue creado un comité Israel-China orientado a la cooperación, las relaciones económicas entre los dos países se incrementaron. Los turistas chinos en Israel también aumentaron: en el año 2017 hubo 117.000 turistas provenientes de China, registrando un incremento del 41% en comparación con 2016. Y muchos de ellos son peregrinos cristianos.