Papa: Francisco viaja a Marruecos en marzo, 34 años después que Juan Pablo II

En aquél histórico encuentro en Casa Blanca, el Papa Woytjla habló de la fe en un único Dios, que compartimos, y de los derechos humanos, que “tienen en Dios su fundamento”: ante todo, la libertad de conciencia y de religión, “resguardada de las constricciones externas” porque la libertad es lo que caracteriza “la dignidad del hombre”. Una libertad religiosa, precisó, que necesita de una “reciprocidad”. Y también recalcó el deber de respetar a toda persona, sea “hombre o mujer”. 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – El Papa Francisco realizará un viaje a Marruecos del 30 al 31 de marzo de 2019,  donde visitará las ciudades de Rabat y Casablanca. El anuncio fue difundido hoy por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, y se precisó que Francisco fue invitado por el rey  Mohammed VI y por los obispos.

La visita de Francisco será 34 años después que la de Juan Pablo II, que se realizara el 19 de agosto de 1985, siendo el primer Papa de la historia en dar un discurso ante los jóvenes musulmanes. El encuentro fue en el estadio de Casablanca, donde hasta el último lugar estuvo colmado de jóvenes llevando sus vestimentas blancas, al igual que el rey Hassan, que había solicitado la presencia del Papa y le dio una cálida bienvenida (en la foto).

Al dirigirse a los jóvenes, que lo escucharon con una atención cargada de respeto, el Papa Woytjla habló que la fe compartida en el único Dios, así como de los derechos humanos. “Entre cristianos y musulmanes –dijo, entre otras cosas- generalmente nos hemos entendido mal, y alguna vez, en el pasado, nos hemos enfrentado e incluso nos hemos perdido en polémicas y guerras. Creo que hoy, Dios nos invita a cambiar nuestras viejas costumbres. Debemos respetarnos e incluso estimularnos unos a otros en las obras de bien, sobre el camino de Dios”.

También se refirió a los derechos humanos, que “tienen en Dios su fundamento”: ante todo, la libertad de conciencia y de religión, “resguardada de las constricciones externas” porque la libertad es lo que caracteriza “la dignidad del hombre”. Una libertad religiosa, precisó, necesita de una “reciprocidad”.

Subrayó asimismo que se debe respetar a toda persona humana, sea “hombre o mujer”: “cada uno debe ser reconocido por aquello que es” y debe ser “respetado como tal”.