La exequias se realizaron ayer en la catedral de Warangal, en Telangana. A darle el último saludo al misionero italiano había muchos no católicos, que el p. Antonio había elegido servir, donando todo sí mismo.
Fatimanagar (AsiaNews) –Más de 1000 personas, ya sea cristianos como fieles de otras religiones, participaron en los funerales del p. Antonio Grugni, misionero del PIME en India por 40 años que falleció hace dos días. Lo narra a AsiaNews, el p. Rayarala Vijay Kuman, superior regional del PIME, que concelebró la misa en la catedral de Warangal (en Telangana) junto al obispo local, Mons. Udumala Bala Show Reddy. Para rendirle el último homenaje a “aquel que creó la comunidad cristiana” de Warangal, dice el superior, “había tantos pobres. Sus pobres. Aquellos que el p. Antonio elegido para servir por toda su vida, renunciando a las ropas nuevas y a cosas que él consideraba superfluas, como los smartfhone que recibía como regalos y que el donaba a su vez. Son los pobres que no ha querido abandonar ni siquiera en punto de muerte, no obstante tenía la posibilidad de volver a Italia para recibir una mejor atención médica”. El último pensamiento del médico misionero, originario de Legnano, reporta el p. Kumar, “fue justamente por los enfermos y los pobres. Estaba preocupado por ellos: ‘¿Quién se ocupará de ellos?’”.
Es este el desafío de hoy para la diócesis de Warangal, donde trabajaba el p. Antonio y para todo el PIME en India; ¿quién sabrá recoger la gran herencia del sacerdote, que gastó su vida en curar a los enfermos de lepra, Hiv y Tbc? Gracias a la Asociación por él fundada en el año 2005, la “Sarva Prema Welfare Society” (Sociedad del amor para el bienestar universal), miles de personas se curaron. “Sus colaboradores laicos-agrega el p. Kumar. quieren llevar adelante el compromiso del misionero”.
La referencia a los pobres fue evidenciado también por el p. Ferruccio Brambillasca, superior general del Instituto, en el mensaje de condolencias enviado para los funerales. El p. Antonio, escribe, “murió en la Jornada mundial de los pobres, proclamada por el Papa Francisco el año pasado. Seguramente el p. Grugni continuará con su oración desde lo alto para proteger a los pobres, los enfermos y los abandonados que encontró en su camino terreno”.
El superior en India, refiere que “el valor de la misión del p. Grugni era su caridad, la disponibilidad hacia todos. Toda su vida fue un testimonio viviente del Evangelio, una sed espiritual al servicio de los otros”.
El p. Kumar subraya que el p. Antonio era el último misionero italiano del PIME en Warangal:”Todos nosotros nos estamos interrogando si el PIME morirá con él o será revitalizado. El obispo nos pidió permanecer y continuar en el servicio a la población y en la obra de evangelización”. “Nosotros cristianos debemos ser como el ‘Evangelio de la rosa’-concluye- una expresión del Mahatma Gandhi que el p. Grugni repetía siempre: debemos entrar en la vida de la otra persona, compartir su dolor, acompañar a las familias, tener relaciones personales para comunicar al lado de cada uno el Evangelio y el amor de Jesús. Es fácil compartir las ideas con los pobres, pero es difícil compartir con ellos su pobreza. Esto y aquellos que hizo por toda su vida el p. Grugni, un pobre entre los pobres”.