He Jiankui, el científico manipulador de genes, un gran accionista de la industria genética
de Paul Wang

La comunidad científica lo critica; el gobierno chino ha abierto una investigación, dado que en China está prohibido modificar genes para dar lugar a nuevos nacimientos. Pero la industria genética recibe sumas considerables del Estado en concepto de financiamiento. Están surgiendo parques industriales dedicados a la genética en Guangdong, Anhui y en Fujian,  Jiangsu. El gobierno los financia junto a compañías privadas e internacionales. He Jiankui es socio en varias de estas compañías y mantiene relaciones laborales con todas ellas.

 


Hong Kong (AsiaNews) – Continúa dando que hablar el experimento conducido por el científico He Jiankui, quien habría modificado el ADN de embriones para protegerlos del HIV/SIDA, haciendo nacer dos niñas, Lulu y Nana, inmunes a la enfermedad que porta el padre, afectado por el HIV. Pero la mayor polémica que envuelve el caso se centra en los lazos del científico con varias empresas farmacéuticas que trabajan en el campo de la genética.

Ayer, en la Cumbre Internacional sobre modificación del genoma humano, que se está desarrollando en Hong Kong, él se excusó por el hecho de haberse filtrado la noticia, pero no por el experimento, sobre el cual incluso llegó a decir que espera lograr “otro embarazo potencial” con genes modificados.

Algunos de sus colegas lo han acusado de haber “usado un cañón para matar un pajarillo”: para proteger del HIV, hay métodos más simples, que no involucran al ADN. La preocupación ética y científica reside en el hecho de que aún no se sabe cuáles son las consecuencias de la modificación de los genomas. De implementarse, arriegan ser hereditarios y comprometer a  futuras generaciones.


En vista de ello, la comunidad científica internacional está de acuerdo en el hecho de experimentar, pero pone un freno a la implantación de embriones modificados para dar lugar al nacimiento de seres humanos. Exigen un mayor tiempo para poder verificar los efectos e informar al público sobre ello.

Las modificaciones de los genes para dar lugar a nuevos nacimientos humanos es una práctica prohibida por varios países del mundo e incluso por China. Aún así, las técnicas son utilizadas abundantemente en el caso de plantas y animales: por ejemplo, sobre hongos, insectos, cerdos y tomates.   

El Ministerio de Salud, Ciencia y Tecnología chino ha decidido emprender una investigación para determinar si He Jiankui ha violado la ley, que desde el año 2003 prohíbe experimentos que involucren la mutación de genes sobre embriones humanos.

El científico ha tratado de ponerse a salvo de las críticas de la Universidad de Shenzhen y del hospital donde él trabajaba. Según los medios locales, él dijo haber pagado de “su bolsillo” los experimentos, si bien utilizó fondos destinados a la investigación, provistos por el Estado.

En China se está destando un verdadero boom de industrias genéticas y el gobierno está financiando a muchas empresas y laboratorios, con miras a dominar esta industria naciente y así competir con los Estados Unidos, que está a la vanguardia en este campo, pero con  limitaciones, por las leyes y prohibiciones religiosas vigentes.

Parques industriales genéticos están surgiendo en Guangdong, Anhui, Fujian y en Jiangsu. El gobierno los financia junto a compañías privadas e internacionales. 

He Jiankui es accionista (hasta el 63%) en 6 de estas compañías; es director o presidente en 4 de ellas, o representante legal en 6.