Asimismo, dictaron cárcel de por vida, en segunda instancia, para Mohamed Badie y su segundo, Khairat al-Chater. Se reconoció su rol en los hechos de violencia registrados tras el derrocamiento de Morsi. Los dos imputados aún podrán presentar un recurso de casación. Desde octubre han quedado detenidas cuando menos 40 personas que incluyen activistas, sindicalistas y abogados por los derechos humanos.
El Cairo (AsiaNews/Agencias) – Un tribunal egipcio confirmó ayer la condena a cadena perpetua para el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie (en la foto) y para su segundo, Khairat al-Chater. La sentencia a la cárcel de por vida se funda en su (presunto) rol en los hechos de violencia que siguieron al derrocamiento –por mano del ejército- del entonces presidente Morsi, uno de los principales conductores del movimiento filo-extremista islámico.
Badie y Chater ya habían sido condenados a la misma pena en el año 2015, en relación a algunos incidentes desatados entre partidarios y opositores de los Hermanos Musulmanes en la sede del movimiento. La sentencia emitida en la tarde de ayer no es definitiva y los dos líderes podrían presentar un recurso ante el tribunal de Casación, la instancia jurídica más elevada en Egipto.
Otros cuatro imputados fueron condenados a perpetua; en cambio, fueron absueltos Saad al-Katatny, presidente del Parlamento durante la presidencia de Morsi, un ex ministro y dos dirigentes de los Hermanos Musulmanes, El ministerio público ha dictado prisión preventiva contra 18 personas en el marco del caso judicial; de éstas al menos cinco se dieron a la fuga y una murió antes del juicio.
En el año 2013, el ex presidente Mohamed Morsi, exponente de la Hermandad, fue destituido por el ejército, en el contexto de una revuelta popular en las calles: un acto que condujo a la celebración de nuevos comicios y a la elección del ex general Abdel Fattah al-Sisi, confirmado recientemente para un segundo mandato.
En tanto, en el país no se detienen los arrestos de activistas y miembros de la sociedad civil. Desde octubre pasado fueron detenidas al menos 40 personas incluyendo sindicalistas, activistas y abogados, que fueron trasladados a “lugares desconocidos”. Muchas de las personas detenidas habrían prestado ayuda humanitaria y apoyo legal a las familias de detenidos políticos, que también desaparecieron tras quedar detenidas.