Miles de católicos participan en la bendición de la nueva catedral de Pekhon

Sufragánea de Taunggyi, es una de las 6 diócesis creadas por los misioneros del Instituto Pontificio de Misiones Extranjeras (PIME) en Myanmar. También se inauguró el centro pastoral diocesano. Los católicos son poco más de 50 mil.

 


Rangún (AsiaNews) – Los pasados 14 y 15 de diciembre, miles de personas se reunieron para participar de la ceremonia de bendición del centro pastoral diocesano y de la nueva catedral de Pekhon (Foto), en la región meridional del Estado de Shan. La presencia de Mons. Paul Tschang In‑Nam, nuncio apostólico en Myanmar, dos arzobispos y tres obispos locales, además de muchos sacerdotes y religiosos, decoró aún más un evento histórico para la Iglesia de Pekhon.

Sufragánea de Taunggyi, esta es una de las 6 diócesis creadas por los misioneros del Instituto Pontificio de Misiones Extranjeras (PIME) en sus 150 años en Myanmar: Taunggyi, Toungoo, Kengtung, Lashio, Loikaw y Pekhon. El último misionero del PIME, el p. Paolo Noè, murió aquí en 2007. En virtud de la gran devoción que los católicos locales todavía conservan hacia ellos, los participantes en la ceremonia recordaron uno por uno a los padres del Instituto milanés.

Erigida por el Papa Benedicto XVI en el año 2005, la diócesis de Pekhon sumaba un número creciente de trabajadores y operadores sociales, pero aún no contaba con un lugar para los encuentros y la formación; hace años que se llevaba adelante la obra de construcción de la nueva catedral llamada a sustituir la pequeña y deteriorada iglesia madre, dañada irreversiblemente por el terremoto del 2005. El edificio fue construido por los misioneros del PIME hace décadas.

Frente a una población de más de 290.000 personas, en la diócesis de Pekhon los católicos son poco más de 50.000. Ellos son atendidos en 14 parroquias, donde trabajan 44 sacerdotes diocesanos, 6 religiosos y 56 religiosas. La bendición del centro pastoral y de la catedral fue una gran fiesta de pueblo, fruto de una fe todavía viva, simple y profunda, arraigada en la población de etnia Kayan. Las muchas vocaciones que todavía hoy nacen de las familias locales dan cuenta de la profunda raíz de esta fe. Los católicos son asimismo conscientes de los desafíos que están surgiendo entre los montes de Shan: los desafíos de la “modernidad”.

Sin duda, la fe de estos pueblos es una fe probada a fuego, fuerte y firme. Una fe que los misioneros del PIME han sabido ofrecer como fundamento de la vida. En representación del Instituto, estuvieron presentes el p. Robert Ngairi, primer sacerdote birmano del PIME, y el superior delegado de Tailandia y Myanmar, el p. Maurizio Arioldi. (LM).