Los prelados invitan a “superar los obstáculos políticos y no” y a “encontrar un acuerdo” sobre la “fórmula”. Al nuevo ejecutivo la tarea de iniciar las “reformas estructurales y las inversiones”. Críticas al presidente del Parlamento que quiere forzar la mano para la aprobación del presupuesto. Solidaridad con la diputada musulmana criticada por haber participado en una misa.
Beirut (AsiaNews/Agencias)- La Conferencia de los obispos maronitas, que realizó ayer la reunión mensual en la sede patriarcal de Bkerké bajo la guía del Card. Beshara Raï, lanzó un nuevo pedido a la clase política para la formación de un gobierno técnico. “Nos dirigimos a los responsables- escriben los prelados en una nota- invitándolos a superar los obstáculos políticos y no, que impiden la formación de un gobierno. Y los exhortamos a ponerse de acuerdo en modo rápido sobre la mejor fórmula para el nacimiento de un ejecutivo” que pueda iniciar las “reformas estructurales y las inversiones”.
La solución auspiciada también por el líder de la Iglesia maronita es el nacimiento de un ejecutivo técnico, formado por expertos y especialistas de cada uno de los sectores, para superar el estancamiento político, económico e institucional en el cual se encuentra el país de los cedros. Para el purpurado la nación es “rehén de las milicias políticas”, que han aumentado la crisis, tanto como para llevar a la población a salir a las calles y protestar”.
Los obispos han renovado el pedido del patriarca Raï para la formación de un gobierno de “rangos reducidos” y compuesto por “expertos independientes”. La dirigencia de la Iglesia maronita han por lo tanto criticado, aún sin nombrarlo en modo explícito, al presidente del parlamento, Nabih Berry que pidió adoptar el presupuesto de 2019 si bien falta un ejecutivo con pleno de los poderes. Un procedimiento “inquietante” y “anticonstitucional”.
También han enfrentado los prelados el tema de la diputada sunita del bloque Hariri, Roula Tabch Jaroudi, que está en el centro de un polémica por haber recibido (ella que es musulmana) la bendición de un sacerdote durante una misa de inicio de año. Los prelados han criticado a cuantos atacan al alma plural, dialogante y multicultural de Líbano y minan “el respeto recíproco, la tutela de las libertades personales y la libertad de culto”.
Desde mayo pasado el Líbano espera el nacimiento de un gobierno fuerte y unido, que esté en grado de superar las muchas amenazas y desafíos que le esperan al país: de las dificultades económicas a la crisis de la inmigración; de la creciente pobreza al problema ocupacional que afecta con mayor incidencia a los jóvenes. Una situación, denuncia la Iglesia libanesa, de gravísima dificultad, aumentada por la guerra en la vecina Siria, que provocó una emergencia humanitaria sin precedentes y por el mal tiempo (nieve e hielo) que afectó al país en estos días y provocó víctimas y graves inconvenientes.