Estrella turca de la NBA se niega a viajar al exterior y acusa: Erdogan quiere matarme

Enes Kanter, central de los New York Knicks, no participó en el match de exhibición jugado ayer en Londres. El Primer ministro turco emitió una orden de captura por su adhesión a un “grupo terrorista armado”. Para Ankara, él pertenecería a la red de sostenedores de Gülen. El jugador, contra el presidente turco: “Caza y arresta” a todo el que lo critique. 


Ankara (AsiaNews/Agencias) - Una estrella de origen turco de la NBA, el campeonato de básquet americano donde se enfrentan los jugadores más importantes de este deporte, se negó a jugar una partida en el exterior por temor a ser arrestado (o asesinado) por emisarios de Ankara. Los miedos del central de los New York Knicks, Enes Kanter, se fundan en la orden de extradición emitida en el pasado por el Ministerio Público turco, que quiere procesarlo por –presuntos-lazos con el predicador islámico Gülen, considerado como la mente del golpe de Estado de julio de 2016.

El jugador no participó del encuentro de exhibición que su equipo jugó ayer en Londres contra los  Washington Wizards y permaneció en los Estados Unidos por razones de seguridad. En un largo artículo publicado en el Washington Post, el dijo haber recibido amenazas de muerte, por sus críticas hacia el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

Siempre por cuestiones de seguridad, el año pasado Kanter no participó en la ceremonia del Human Rights Foundation Freedom Forum en Oslo, Noruega. “He recibido muchas amenazas de muerte –escribe el jugador. En el pasado solía caminar solo por las calles de Nueva York, pero ahora ya no puedo permitírmelo. Mis amigos y familiares que se han quedado en Turquía arriesgan ser arrestados si se comunican conmigo”.   

“Cualquiera que alce la voz contra él [Erdogan] –prosigue el joven de 26 años- se convierte en un objetivo a atacar. Y yo soy un objetivo. Erdogan quiere llevarme de vuelta a Turquía, para silenciarme”. Kanter dice que más de una vez ha recibido el consejo de no hablar y de frenar las críticas contra el gobierno turco; sin embargo, él agrega que su fuente de inspiración es el jugador de la NFI (fútbol americano) Colin Kaepernick, que se arrodilló durante el himno para protestar contra el racismo y las desigualdades en los Estados Unidos.  

Para el central de Knicks, el presidente Erdogan usa a las agencias internacionales como Interpol a modo de “objetos” a su disposición “para perseguir y arrestar” a cuantos lo critican en el exterior. Él dispone de una green card que le permite vivir y trabajar en los EEUU, pero no dispone de la ciudadanía ni de un pasaporte americano, y es por ello que está expuesto al riesgo de una repatriación. “No puedo arriesgarme a viajar al exterior –afirma- y si lo hiciere, por cierto que no iría a Gran Bretaña, donde podría ser arrestado o asesinado por los agentes turcos con total facilidad”.

Kanter terminó en la mira de la magistratura el año pasado, por su adhesión a “un grupo terrorista armado”, tras sus reiterados contactos con personas cercanas al predicador islámico. El Ministerio Público dispuso un exhorto internacional con el pedido de arresto y extradición del jugador, que habría usado las redes sociales para confirmar su apoyo a Gülen. La estrella del básquet niega las acusaciones y recuerda, por último, “la terrible situación en Turquía” y las purgas que se están llevando en acto. “Erdogan –concluye- piensa que la libertad de palabra es peligrosa y acusa a los críticos de ser terroristas”.

Desde la noche del (frustrado) golpe de mediados de julio de 2016, que por algunas horas hizo vacilar el poder del presidente Recep Tayyip Erdogan, el gobierno de Ankara ha lanzado una caza de brujas que ha afectado a cientos de miles de personas, entre las que se cuentan militares y jueces, docentes e intelectuales y gente común y corriente. Personas que han sido agolpadas bajo una sola matriz: la pertenencia, ya sea real o presunta, a la red del predicador islámico turco  Fethullah Gülen, actualmente exiliado en Pennsylvania (Estados Unidos).