Qatar, mundial 2022: pese a las reformas, las condiciones de los migrantes siguen siendo 'difĂ­ciles'

Es cuanto surge de un reciente informe de Amnesty International. Doha arriesga no poder mantener fe a los compromisos tomados en tema de derechos. El primer paso es la abolición total del sistema de los patrocinadores. Permanecen limitados los desplazamientos y los trabajadores domésticos siempre deben pedir  “permiso para salir”.

 


Doha (AsiaNews/Agencias) -  Qatar arriesga no poder mantenerse fiel a las promesas hechas en el reciente pasado de un mejoramiento de las condiciones de trabajo de centenares de miles de migrantes, muchos de los cuales trabajan en las construcciones para los mundiales de fútbol de 2022. Es cuanto surge de un reciente informe de Amnesty International (AI) difundido en estos días, según el cual a despecho “de las reformas” las condiciones de vida y de trabajo “para muchos (...) permanecen muy difíciles”.

Stephen Cockburn, vicedirector del programa Temas Globales de la Ong pro derechos humanos, subraya que “queda poco tiempo” a las autoridades de Doha “para dejar una heredad positiva”, poniendo fin “a los abusos y a los sufrimientos infligidos cada día a los trabajadores migrantes”. Para el activista es necesario predisponer “un sistema de trabajo” capaz de contrarrestar la “explotación y la miseria”. El gobierno, prosigue, realizó algunos pasos importantes en adelante, pero aún queda mucho qué hacer.

Amnesty International auspicia “in primis” la abolición completa del sistema de patrocinadores (Kafala) que, a despecho de algunos cambios recientes, continúa  ligando a los trabajadores a los empresarios y negociantes sin escrúpulos por un largo período de tiempo. En los últimos dos años fueron introducidas reformas, entre las cuales la previsión de un salario mínimo temporáneo y la institución de comités para la resolución de las controversias laborales, además de la creación de un fondo de seguros.

Todavía, sigue alto el riesgo del trabajo forzado, permanecen las limitaciones a los desplazamientos junto a las violaciones y abusos de los derechos humanos. Y las trabajadores domésticos (unos 175 mil en total) están aún obligados a pedir el “permiso para salir” para poder abandonar el país.

En Qatar, nación que desde hace meses está en el centro de una controversia política, diplomática y económica con los otros países del Golfo, hay entre 1,5 y 2 millones de trabajadores migrantes. Muchos de estos son migrantes asiáticos, empleados en el sector de la construcción. El enfrentamiento entre Riad y Abu Dahbi acercó aún más Doha a Teherán, que ofreció ayuda para la organización de los mundiales.

En el pasado la crisis del Golfo había hecho temer una (posible) nueva asignación de la reseña competitiva. En el contexto de los trabajos de construcción de los estadios surgieron casos de abusos y gravísimas violaciones de los trabajadores, que han dado más una sombra sobre Doha. Las investigaciones y las acusaciones surgidas en 2017 fueron todas archivadas.