Retorno a Myanmar de más de 500 refugiados alojados en campos tailandeses

El primer grupo de repatriados cruzó la frontera ayer. Habían huido de la violencia y los conflictos entre el ejército birmano y las organizaciones armadas rebeldes. El gobierno de Bangkok aloja a 97.577 refugiados en nueve centros ubicados a lo largo de la frontera. Vocero del UNHCR: “La situación todavía no es favorable para una repatriación voluntaria”


Naipyidó (AsiaNews) – Más de 500 birmanos que habían huido a Tailandia ahora están emprendiendo el retorno a Myanmar, ya que la seguridad de sus localidades de origen está en franco mejoramiento: es lo que afirma Aoife McDonnell, vocero del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), de visita en Naipyidó.

“El primer grupo de repatriados cruzó la frontera ayer, y esperamos que los demás sigan sus pasos en los próximos días”, declara  McDonnell. El UNHCR y sus colaboradores brindan asesoramiento e información a las personas que huyeron y ahora emprenden su retorno, explicándoles bajo qué condiciones encontrarán sus lugares de destino. “Los refugiados –prosigue el vocero- también reciben sostén para el transporte y asistencia durante la etapa inicial de su reinserción. Por el momento, el UNHCR no considera que la situación actual sea del todo favorable para la promoción de la repatriación voluntaria”.

En una declaración difundida ayer, la agencia de la ONU informó que los refugiados partirán de regreso al sudoeste de Myanmar, desde cinco campos de refugiados situados a lo largo de la frontera, pasando por los Estados birmanos de Kayin y Kayah.

Son 97.577 los refugiados – el 44,5% de ellos, menor de edad – que el gobierno de Bangkok aloja en los nueve campos alistados a lo largo de la frontera. Distribuidos en cuatro provincias, estos centros son escenario de una de las crisis humanitarias que más se han prolongado en el mundo. La mayor parte de los refugiados pertenece a minorías de origen birmano; huyen de la violencia y de los conflictos que enfrentan al Tatmadaw (el ejército birmano) con las organizaciones armadas rebeldes de varios grupos étnicos. Condenados a una suerte de limbo jurídico, algunos de los refugiados llevan más de 30 años viviendo en los campos. Sin embargo, las autoridades siguen definiendo estos lugares como “refugios temporales”.

Según datos publicados por el UNHCR en diciembre de 2018, el 68% de los refugiados ingresaron a Tailandia por el Estado birmano de Kayin; el 17% entró por Kayah; el 5%, proviene de Bago y un porcentaje similar de Tanintharyi; el 4% es originario del Estado de Mon. Los grupos étnicos más numerosos son los Karen (84%) y Karenni (10%). En cuanto a su pertenencia religiosa, el 51% de las personas huídas es cristiano, el 36% e budista, el 8% es musulmán y el 5%, animista.