Sor Verónica Openibo: también hay abusos sexuales en África y Asia

En el tercer día del encuentro que se desarrolla en el Vaticano, centrado en la “Protección de los menores en la Iglesia”, la religiosa nigeriana muestra que el flagelo de los abusos también está presente en los países del Sur del mundo. Responder a esta urgencia es parte de la misión de la Iglesia. 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) –  Los abusos sexuales no son solamente “un problema de Europa, de las Américas, de Canadá y de Australia”, sino también “de África y de Asia”. Es lo que afirma Sor Verónica Openibo, una religiosa nigeriana de la Sociedad del Santo Niño Jesús, que hoy inauguró la serie de ponencias del tercer día del encuentro que se desarrolla actualmente en el Vaticano, y cuyo centro es la “Protección de los menores en la Iglesia”. Otro tema que fue subrayado por ella es el nexo entre la atención prestada a hallar soluciones a los abusos, y la misión de la Iglesia”.

Sor Verónica no sólo ha vivido en África, sino también en Europa y América. Ella hace referencia a los “abusos sexuales en los conventos y en las casas de formación” de Nigeria,  alude a “un grupo étnico [que] practicaba mucho el incesto” y a un anciano moribundo que le reveló que había sufrido abusos sexuales “desde la adolescencia, por parte de un sacerdote de la escuela”; también se refirió a “una chica agredida por un sacerdote a la edad de trece años”.  Para la religiosa, es importante que la transparencia, las denuncias, los procesos de sanación sean realizados incluso en aquellos países donde “es difícil poner sobre la mesa algo para comer”. “El hecho de que existan grandes problemas de pobreza, enfermedad, guerra y violencia en algunos países del Sur del mundo no significa que al tema de los abusos sexuales se le tenga que quitar importancia o [que se deba] ignorar”. “La Iglesia debe ser proactiva” cuando se trata de “afrontarlo”.

Preocuparse por las problemáticas vinculadas a la protección de los menores es la actitud que surge cuando se constata el “daño” que esto ha provocado “a la misión de la Iglesia”. Entre las recomendaciones brindadas por la religiosa, ella enumera la valorización de los laicos, combatiendo el “clericalismo” y la presunta “superioridad” de las vocaciones a la virginidad masculina y femenina; la preparación de “programas educativos y kits formativos”; la influencia que se puede ejercer “en la industria cinematográfica, en la televisión y en la publicidad”, “para promover una mejor visión de la persona humana”.

“Estamos llamados a proclamar la buena nueva –dijo-, pero debemos SER buena nueva para las personas que servimos hoy en día. No hay por qué asombrarse, por lo tanto, si el Papa Francisco ha declarado octubre de 2019 como el Mes Misionero Extraordinario”.