Francisco retornó a Roma. Quiso firmar en la ciudad mariana la exhortación apostólica post-sinodal “¡Christus vivit!”. Entre la multitud vio llorando a un niño enfermo porque no logró saludarlo, interrumpió su caminata y volvió hacia atrás para saludarlo.
Loreto (AsiaNews) – Una visita breve, pero “intensa”, en la cual el Papa Francisco “logró tocar los corazones y también diversas dimensiones: los jóvenes, la familia y los enfermos”. En tal sentido el director interino de la Sala de Prensa vaticana, Alessandro Gisotti al finalizar la visita “definida histórica, ante todo por la firma de la Exhortación apostólica post-sinodal a los jóvenes: “¡Christus vivit!”
El Papa concluyó la visita después del almuerzo, consumido junto a “36 huéspedes” y preparado también por los estudiantes de un instituto hotelero. Poco antes de las 14, Francisco dejó Loreto por la llanura de Montorso, donde tomó el helicóptero que lo llevó al Vaticano.
A propósito de la Exhortación, Gisotti dijo que “el Papa la quiso firmar aquí, confiando este documento sobre los jóvenes a la Virgen María. Luego como los históricos han notado pasaron 162 años- incluso desde tiempos de Pío IX, Italia no estaba aún unida- desde cuando por la última vez un Pontífice había celebrado una Misa dentro de la Santa Casa de Loreto. Luego la fiesta del pueblo, la acogida de la gente, de los peregrinos de Loreto, los jóvenes, las familias y los enfermos; allí hemos visto realmente al Papa Francisco tocado por este encuentro -muchos enfermos- en la Basílica”.
Gisotti contó también “un pequeño pero significativo episodio”: el Papa vio llorar a un niño enfermo porque no logró saludarlo, interrumpió su caminata y volvió hacia atrás para saludarlo. “Estuvo un buen tiempo con este niño, lo abrazó y hemos visto a este niño con un rostro que estaba lleno de alegría por este momento”.