La ciudadanía japonesa es un requisito para ser anciano de la Japan Sumo Association (JSA). Munkhbat Davaajargal es el hijo de un héroe de la lucha mongol. El luchador superó muchos de los récord en el sumo. Su padre ganó la primer medalla olímpica de Mongolia.
Tokio (AsiaNews/Agencias)- En Mongolia suscitó polémicas el anuncio del yokosumo (el gran campeón de sumo) Hakuho (Foto), que pidió la renuncia a la nacionalidad mongol para obtener la ciudadanía japonesa.
El atleta de 34 años es un ciudadano japonés naturalizado, requisito para todos los luchadores extranjeros que deseen ser ancianos del sumo. Los ancianos de la Japan Sumo Association (JSA) son lo luchadores jubilados que, una vez que abandonan el dohyo (anillo), dirigen todo el circuito y son considerados los verdaderos custodios de la tradición.
Según los medios mongoles, Hakuho presentó su pedido la semana pasada en la Oficina presidencial. “Ahora debo esperar la respuesta”, declaró el atleta en una entrevista en el torneo regional de Primavera en curso en Tokio.
El mes pasado, el luchador ganó su 42mo título en la división makuuchi en el torneo Spring Grand Sumo. Durante la competición, se atrajo las críticas de la JSA por haber inducido al público a un extemporáneo aplauso, con la finalidad de “despertar a la multitud por la conclusión del último torneo de la era Heisei . Pero no obstante los sucesos históricos del jokozuna, la JSA quiso modificar la norma según la cual cada anciano debe ser ciudadano japonés.
La decisión turbó a Hakuho, también a causa del status de héroe de la lucha mongol conseguido en el pasado por su padre, Jigjid Munkhbat. Este último participó en 5 Juegos Olímpicos, ganando la medalla de plata- la primera en la historia de Mongolia- en 1968 en la Ciudad de México. Desde 2001, año de su debut como profesional, Hakuho redefinió el sumo y superó muchos de los récord del deporte: el mayor número de victorias en su carrera (1.120), de triunfos en la máxima división (1.026) y de los campeonatos ganados como invicto.