Al menos 100 celebridades dicen que el evento está lleno del “espíritu del estar juntos” y que favorece la paz entre israelíes y palestinos. Quien quiere el boicot afirma que con el espectáculo, Israel lo que hace es sólo “presentar el rostro más simpático de Israel, para esconder y distraer la atención de los crímenes de guerra contra los palestinos”. Netanyahu habría querido el evento en Jerusalén.
Londres (AsiaNews/Agencias)- El concurso canoro Eurovisión 2019, que se debería realizar en Tel Aviv el 18 de mayo desencadenó una disputa entre cantantes, actores y gente del espectáculo, y la toma de posiciones en favor o contra la exhibición. Una carta firmada por más de 100 celebridades, entre las cuales Stephen Fry, Sharon Osbourne, Marina Abramovic, están absolutamente a favor del espectáculo porque éste está envuelto de “un espíritu del estar juntos”. Criticando a quienes quieren boicotear el evento, la carta afirma que “el movimiento por el boicot cultural es un desaire para palestinos e israelíes que están trabajando para hacer avanzar la paz con compromisos, intercambios y recíprocos reconocimientos”.
El movimiento “Boicotea, Despoja, Sanciona” es de todo otro parecer. Por esto dice que: “sin vergüenza, Israel está usando a Eurovisión como parte de su estrategia… que representa la cara más simpática de Israel, para esconder y distraer la atención de los crímenes de guerra contra los palestinos”.
En el pasado enero, diversas personalidades británicas como Vivienne Westwood, Peter Gabriel, Roger Waters, Mike Leigh, Julie Christie, Maxine Peake, Caryl Churchill y cantantes pop han pedido a la BBC que cancelaran la cobertura del evento.
En una carta firmada, ellos han criticado a Israel por su ocupación de los territorios palestinos. “Eurovisión- escribieron. puede ser un entretenimiento, pero no está exento de consideraciones sobre los derechos humanos de los palestinos no respetados por parte de Israel”.
El concurso se realizará en Israel porque el año pasado la ganadora fue una israelí, Netta Barzilai. El Premier Benjamín Netanyahu habría preferido que el evento se llevase a cabo en Jerusalén. Pero como la nacionalidad de la ciudad (o que sea considerada como capital) es rechazada (siendo reclamada por israelíes y palestinos como su propia capital), por eso se decidió realizarlo en Tel Aviv.