Kidapawan: siete procesados por el homicidio del P. Tentorio, misionero del PIME

El homicidio se produjo en la mañana del 17 de octubre de 201. Los imputados son dos presuntos asesinos, un líder y tres militantes tribales y un paramilitar. En el juicio no han sido citados el ex intendente de Arakan y dos oficiales del ejército, que fueron indagados con anterioridad. Los cuatro testigos clave cuentan con la protección de las autoridades.

 


Manila (AsiaNews) – El tribunal de Kidapawan City, perteneciente a la sección de Cotabato Norte, ha decidido procesar a siete personas por el asesinato del Pbro. Fausto “Pops” Tentorio (foto 1), sacerdote del Instituto Pontificio de Misiones en el Extranjero (PIME). El nuevo giro judicial que ha tomado la causa del homicidio, que aún sigue irresuelto, fue dado a conocer por el Pbro. Pietro Geremia, quien también se desempeña como misionero del mismo Instituto en Mindanao.

El P. Tentorio llevaba 32 años viviendo en las Filipinas cuando fue asesinado, en la mañana del 17 de octubre de 2011, en las instalaciones de la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ubicada en Arakan, una localidad de Cotabato Norte (Mindanao). Debido a su actividad en favor de los tribales, amenazados por la explotación minera, el misionero era visto con malos ojos por una parte del ejército. En diciembre de 2017, la incorporación de nuevos indagados a la causa había marcado una importante novedad en la investigación.

A la luz de los resultados arrojados por la investigación, el tribunal ahora ha decidido procesar a Jimmy y Robert Ato (los presuntos asesinos); a Jan Corbala, comandante de un grupo de militantes tribales llamado “Bagani”; a tres miembros de su unidad; a Nene Durado, que pertenece al movimiento “Ilaga”, compuesto por colonos cristianos “fanáticos” que combaten contra los musulmanes y tribales desde hace 70 años, y que, todavía hoy, continúan apoderándose de sus tierras.

“Cabe destacar -escribe el Padre Geremia- que han quedado desestimados los cargos contra algunas personas que anteriormente habían quedado imputadas. Estas personas son el ex intendente de Arakan. Rómulo Tagpos, y dos hombres de negocios de la ciudad; el Tte, Cnel Joven Gonzales y, por último el May. Mark Espiritu, dos oficiales que, cuando se produjo el asesinato del Padre Fausto, se encontraban al mando del 57º batallón del Ejército y de las unidades de las Fuerzas especiales”.

En el escrito presentado el 1º de abril pasado en el marco de la causa, por parte del secretario del fiscal, Rodan G. Parrocha (foto 2), se reconstruyen las circunstancias que llevaron al homicidio del misionero: “Alrededor de las 7.20 del 17 de octubre de 2011, en el complejo parroquial de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro situado en Arakan, [los acusados] se encontraron, y conspirando, se ayudaron mutuamente con el objetivo de diseñar y acordar un plan, y asesinaron deliberadamente al Padre Tentorio”.  

“Lo asesinaron por la espalda -prosigue Parrocha – aprovechándose de una fuerza superior, con la ayuda de hombres armados y con evidente premeditación, tal como ha quedado demostrado por la evidencia, ya que dicho asesinato había sido planificado el 10 de octubre en el Sitio de Kamanagan, distrito de Ganatan. […] Para ser más específicos, le dispararon a la víctima indefensa, utilizando un revólver calibre 9 mm, efectuando reiterados disparos a la cabeza, al tronco y a varias partes del cuerpo, provocàndole la muerte instantánea”.

El Padre Geremia afirma que se están realizando diligencias en el marco del proceso. “Los cuatro testigos clave y sus familias son mantenidos a salvo en un lugar seguro, amparados por el Programa de Protección de Testigos (WPP). También se presentarán otras personas, que habrán de declarar ante el tribunal por primera vez. El proceso puede identificar a los responsables y develar cuál fue el móvil del asesinato; obtener justicia, aunque más no sea parcial, para el Padre Fausto y para otras víctimas de homicidios extrajudiciales (EJK) de esta clase y brindar mayor seguridad a los testigos, para que ellos puedan volver a sus hogares y a sus lugares de trabajo”.

“Al mismo tiempo -concluye el Padre Geremia – el proceso puede aportar mayor seguridad a aquellos que llevan adelante los programas del Padre Fausto y a los que trabajan en favor de los tribales en todo el país, y fomentar un mayor número de voluntarios para asistir a los pobres. Por último, puede brindar algo de alivio y consuelo a la familia Tentorio y a la familia del PIME, además de a todas las comunidades que han compartido las iniciativas del sacerdote. En particular, puede contribuir al proceso de paz en Arakan y en Mindanao”.