Shanghái: dos electrodos implantados en el cerebro, para combatir las adicciones
de Wang Zhicheng

El tratamiento se llama DBS (Deep Brain Stimulation). El estímulo eléctrico es guiado por una tablet, operada por el médico. Dicho estímulo influencia la psicología del paciente, que pasa de un estado “tranquilo”, a “agitado” o “contento”. El Ruijin Hospital de Shanghái hace tiempo que está aplicando el DBS en el tratamiento del síndrome de Tourette (que se caracteriza por tics motores y de la voz), en la anorexia y la depresión. En China, la operación cuesta 25.000 dólares; en los Estados Unidos costaría unos 100.000 dólares. La comunidad médica se divide frente a su implementación, tanto por motivos médicos como éticos.


Shanghái (AsiaNews) – El Ruijin Hospital de Shanghái ha realizado el primer implante de electrodos en el cerebro de un ser humano, para combatir la adicción a los estupefacientes. La operación de cirugía prevé el implante de dos electrodos y la inserción de una pila en el pecho del paciente, del cual solo se conoce el nombre, Yan. El dispositivo “controla su felicidad, su ira, la tristeza y la alegría”.

La noticia se difundió en todo el mundo gracias a un reportaje de la agencia Associated Press, que incluyó una imagen.

Hasta ahora, el tratamiento de DBS (Deep Brain Stimulation) se había utilizado para tratar enfermedades vinculadas con los movimientos, en pacientes afectados por Parkinson. Sin embargo, en Europa y en los Estados Unidos, estos experimentos resultan difíciles de realizar porque son contados los pacientes que se quieran someter a la práctica, y porque existen límites éticos, impuestos por los gobiernos.

Antes de realizar este experimento de implantes, en China se había utilizado el “brain lesioning”, una cirugía que provoca una “lesión cerebral”, por medio de la cual los médicos destruyen partes del tejido cervical. Lo cierto es que el procedimiento genera consecuencias irreversibles en los pacientes, como pueden ser cambios de humor repentinos, pérdida de la memoria y alteración de la libido.

En el 2004, el Ministerio de Salud de China prohibió estas cirugías. Sin embargo, nueve años después, un Hospital militar de Yan (Shaanxi) presentó resultados positivos: la mitad de los 1167 drogadictos sometidos a las práctica del “brain lesioning” había logrado dejar las drogas por al menos cinco años.

Como ocurre en muchos aspectos de China, la ley va por un carril, y la práctica por otro.

El Ruijin Hospital lleva tiempo aplicando el DBS en el tratamiento del síndrome de Tourette (caracterizado por tics motores y de la voz),en la anorexia y la depresión.

En China, una cirugía de DBS puede llegar a costar cerca de USD 25.000; una operación de este tipo realizada en los EEUU costaría alrededor de USD 100.000.

La comunidad médica se divide ante la cuestión: varias personalidades se han expresado a favor del DBS, siendo que “devuelve a la vida” a las personas; otras, recomiendan ser cautelosos y procurar mayor información médica y ética respecto a su uso. En tanto, habiendo pasado seis meses de su operación, Yan sigue firme, lejos de las drogas.