Ayer fue la última fase de las votaciones. Los resultados serán difundidos el 23 de mayo. Las encuestras a boca de urna muestran al Bharatiya Janata Party del Premier en neta ventaja sobre el Congress de Rahul Gandhi. Fue la campaña electoral más feroz en la historia india; hubo numerosos episodios de violencia contra las minorías.
Nueva Delhi (AsiaNews/Agencias)- Con la jornada de ayer, se concluyó la larga maratón electoral india que duró 39 días. Los comicios se iniciaron el 11 de abril pasado, con las votaciones para reelegir la Lok Sabha (Cámara baja del Parlamento) y algunas Asambleas estatales se desarrollaron en 7 fases. El recuento de los votos comenzará el 23 de mayo y los resultados se aguardan para esa misma jornada. Según los sondeos a boca de urna -que los analistas invitan a tomar con cautela, en vista de los errores que arrojaron en comicios anteriores- el Premier Narendra Modi estaría encaminado hacia la reelección para un segundo mandato por otros 5 años. Esta mañana, ante las proyecciones electorales que lo dan por favorito, el Premier dijo que estaba “confiado” en obtener la victoria.
La Comisión electoral india informa que el 66 % de los ciudadanos concurrió a las urnas, sobre un total de 900 millones de electores. El número es más alto en comparación al 58% de afluencia de las elecciones anteriores, en el 2014. La jornada electoral de ayer estuvo marcada por los episodios de violencia en Bengala Occidental, donde se enfrentaron las facciones rivales que apoyan al Bharatiya Janata Party (BJP) de Modi y al Trinamool Congress de la líder local Mamata Banerjee, respectivamente. En la ciudad de Calcuta y en su periferia, las autoridades desplegaron unos 57.000 efectivos de la policía para custodiar las sedes electorales. Este Estado manda 42 diputados al Parlamento y es uno de los territorios clave en las elecciones indias.
La vuelta la ganará el partido o la coalición que logre adjudicarse 272 escaños en el Parlamento, sobre un total de 543. Quienes se disputan la mayoría son la National Democratic Alliance (NDA) guiada por el BJP del Premier Modi, y el Congress Party, de la dinastía Nehru-Gandhi, guiada por Rahul Gandhi.
Los sondeos a partir de las primeras entrevistas a boca de urna marcarían que la alianza de Modi se encamina a la victoria, con números aún más arrolladores que los del 2014, cuando obtuvo 336 escaños (282 sólo del BJP). La revelaciones de India Today-Axis ven a la cabeza a la NDA con 339-365 escaños, con el Congress a gran distancia y preferencias que giran entre 77 y 108 escaños.
La campaña del 2019 fue la más feroz de la historia india, con tonos a menudo mordaces por parte de los radicales nacionalistas hindúes: en uno de estos episodios, una santona declaró que los cristianos y musulmanes “deben ser esterilizados por la fuerza”. Las +ultimas semanas estuvieron marcadas por numerosos episodios de intolerancia hacia las minorías. En lo que concierne a la cristiana, hubo varios ataques contra lugares de culto, fieles y pastores: los fieles del islam, por su parte, padecieron en su mayor parte discriminaciones relacionadas con las costumbres alimentarias de la comunidad: el episodio más grave fue el de un hombre de Assam agredido por los “protectores de las vacas” porque estaba transportando carne vacuna (animal sagrado para el hinduismo): los hicieron arrodillar y lo obligaron a comer carne de cerdo (prohibida, para la religión islámica).
En lo que se refiere a los temas propuestos por las facciones políticas, el BJP apuntó a un relanzamiento de la economía, la representación de las mujeres y un sistema de bienestar para los campesinos; el Congress apoyó la ley sobre el ingreso mínimo para todos los ciudadanos.
Son muchas las críticas contra el BJP por las promesas incumplidas durante el primer mandato: provienen de los limpiadores de las cloacas, en su mayoría dalit, obligados a realizar uno de los trabajos más degradantes para el hombre; de los campesinos, por la crisis agraria y el elevadísimo número de suicidios de agricultores que no logran restituir los préstamos; de los intelectuales y activistas, por la limitación de la libertad individual y de palabra, la violación de los derechos humanos, el clima de persecución hacia las minorías y el uso de la retórica nacionalista; de los economistas, por el fracaso en la creación de puestos de trabajo y la ralentización de la economía a causa de 2 peligrosas reformas financieras (prohibición de las rupias y ley sobre son bienes y servicios).