Hong Kong, marcha silenciosa de 3.000 abogados contra la ley de extradición a China
de Paul Wang

Beijing quiere que la ley se apruebe “con urgencia”. Permitiría el traslado de prófugos de la justicia desde Hong Kong a China. Lo cierto es que los tribunales de Beijing no son independientes y no hay garantías de un proceso justo, ni de la defensa de los derechos humanos del acusado. El Card. Zen: En el 2019  me convertí en prófugo. Los riesgos que comporta para los activistas y disidentes que huyen de China, y para la libertad de expresión en Hong Kong. Las críticas de Chris Patten.


Hong Kong (AsiaNews) – Al menos 3.000 abogados, juristas y miembros del cuerpo académico participaron ayer de una marcha silenciosa, desde el Tribunal de Apelaciones hasta los edificios de gobierno en el barrio de Admiralty. El mundo legal protesta contra la decisión del gobierno de introducir una ley para la extradición de criminales y prófugos. Según los manifestantes, los líderes de Hong Kong debieran evitar apresurarse a implementar dicha ley, y resistir a las presiones de Beijing, que la reclama “con urgencia”. De ser promulgada, la nueva norma permitiría el traslado de fugitivos desde Hong Kong a jurisdicciones con las que no se han establecido acuerdos, como es el caso de China o Taiwán.  

Según algunos de los manifestantes, el problema es que en China las cortes no son independientes, y por tanto no hay garantías de un proceso justo y recto ni de la defensa de los derechos humanos del acusado. Muchas personalidades demócratas, como Martin Lee Chu-ming, han expresado el temor de que con esta modalidad, la ciudad perderá su status de jurisdicción legal separada de China, poniendo en crisis el estado de derecho, Grupos demócratas advierten que activistas y disidentes podrían quedar bajo la mira de Beijing, que podría acusarlos de acciones consideradas ilegales dentro de las fronteras chinas.  

El Card. Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, defensor de la libertad religiosa en China y crítico del gobierno de Beijing, difundió ayer un tuit en el cual, invitando a participar de una marcha el próximo 9 de junio, para manifestarse a favor de la democracia y en contra de la ley, comenta con sarcasmo: “En el 2019, me he convertido en un prófugo”.

En la marcha, también participaron algunas asociaciones de hombres de negocios -entre ellas, la Cámara de Comercio del Norte (Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia)- que difundieron un comunicado. Pero hay otras decenas de Cámaras de comercio que están presionando al gobierno para que demore la implementación de la ley.

En un video difundido ayer, el último gobernador británico de Hong Kong, Chris Patten, dijo que la ley de extradición es un “terrible golpe” al estado de derecho en Hong Kong, a su estabilidad y seguridad, y a su posición como principal hub de comercio internacional.

En la asociación de abogados hay miembros que piensan que la ley servirá para dar rienda suelta a persecuciones políticas dentro del mismo territorio de Hong Kong, suprimiendo la libertad de expresión.

En los últimos años, aún sin ley, resonó el caso de cinco editores que publicaban libros críticos hacia la dirigencia china, fueron secuestrados y arrestados en China.

Otro hecho que preocupa a los demócratas y abogados es que los tribunales chinos, en los casos que prevén cadena perpetua o pena de muerte, tienen tal discreción que pueden tardar más de 20 años en investigar el caso.