La restauración de la iglesia fue supervisada por miembros de la Armada. El santuario permanece abierto desde las 6 de la mañana hasta las 20 horas. En esta iglesia, un terrorista provocó 54 víctimas. “Ellos ya son santos”, afirma el arzobispo Ranjith.
Colombo (AsiaNews) – Con una bendición realizada anoche y una misa esta mañana, reabrió sus puertas el santuario de San Antonio, en Kochchikade (Colombo), una de las tres iglesias destruidas por los atentados de Pascua. Las ceremonias estuvieron marcadas por la alegría de los fieles, que vuelven al lugar de culto después de casi dos meses, y también por el dolor, al recordar a las víctimas, que aquí sumaron 54. El Card. Malcolm Ranjith, arzobispo de Colombo, presidió ambas celebraciones. Él dijo que “aquellos que han muerto en los atentados son santos. Los recordaremos cada día. Y tampoco nos olvidaremos de sus seres queridos. Cada centavo de la colecta será gastado para el bienestar de estas familias”.
Las masacres del 21 de abril en tres iglesias y en tres hoteles de lujo de la capital provocaron una carnicería humana: 257 muertos y más de 600 heridos. El Estado islámico reivindicó las masacres, pero el gobierno considera que la responsabilidad sobre el hecho es del grupo local National Thowheed Jamath. Además, luego de los atentados salieron a la luz graves hechos de connivencia del gobierno con respecto al radicalismo islámico, que lleva años operando en la isla, aunque en la práctica sea ignorado, en función de objetivos electorales.
Las obras de restauración del santuario fueron supervisadas por miembros de la Armada, que cercaron la zona y tomaron los debidos recaudos de seguridad en la estructura dañada al estallar la bomba. A partir de hoy, la iglesia estará abierta en el siguiente horario: desde las 6 de la mañana y hasta las 20 horas.
En la bendición de anoche, el Card. Ranjith afirmó. “No hay nada más valioso que la vida humana. Es por eso que nadie tiene derecho a quitar la vida de otra persona. Rechazamos categóricamente el uso de la vida humana para alcanzar objetivos políticos. En el Paraíso, no hay lugar para los terroristas. Ellos irán al Infierno”.
El arzobispo figura entre los líderes religiosos más críticos del gobierno y de la ineficiencia con que se manejó la situación luego de la masacre. Anoche él volvió a quejarse, subrayando que los sobrevivientes, los familiares de las víctimas y de los heridos, viven en medio de la “confusión”. “El país -concluyó- necesita líderes políticos honestos que se mantengan firmes, que no protejan a aquellos que siembran el mal, y que castiguen a los culpables. Es tarea de los líderes políticos cumplir con su deber y crear una sociedad justa”.