Caritas de Assam: Basta de smartphones, regalen plantas a los jóvenes

El programa “Farm Northeast” funciona en la aldea de Gorajan, en Assam, desde el 2016. Los voluntarios se dirigen a los progenitores, para que enseñen a los niños el respeto por el medio ambiente. La historia de Mousumi, de 11 años, que cuida de su plantita de lichi y no ve la hora de que ésta dé fruto.

 


Nueva Delhi (AsiaNews) – En vez de los costosos regalos del consumismo, la propuesta es regalar a los niños para su cumpleaños plantas, para que las cultiven: es el programa “Farm Norteast” que Caritas India lleva adelante en el Estado rural de Assam. Lanzado en el 2016 por una iniciativa de Prabal Sen, funcionario de Caritas en el nordeste del país, el plan se propone como objetivo un renacimiento del ambiente con la ayuda de los pequeños, cada vez más “abandonados” frente a la pantalla de un smartphone, y mimados con juegos y regalos costosos. Por el contrario, explica a AsiaNews Patrick Hansda, responsable de las publicaciones de la asociación católica, “queremos hacerles redescubrir el contacto con la tierra, sobre el cual se funda la naturaleza del hombre”.

Los niños, incluso aquellos que viven en las zonas más pobre de la India, son uno de los targets predilectos de los anuncios publicitarios que promocionan objetos de consumo, con imágenes atractivas y alegres. Cáritas trabaja con dedicación por el desarrollo de las áreas rurales del país. Por ello, ha acogido la sugerencia de un socio local, la asociación Seva Kendra Dibrugarh, que apunta a los progenitores como motor de cambio. El plan comenzó a implementarse en la aldea de Gorajan, en el distrito de Jorhat.

Vincent Xalxo, el coordinador del programa, explica que el proyecto pretende “impulsar a padres y madres a reemplazar los costosos regalos de cumpleños por plantas y semillas de árboles frutales”. La idea nació a partir de las visitas que los voluntarios de “Farm Northeast” hicieron a las aldeas, donde a menudo se los invitaba a las fiestas de cumpleaños, matrimonios y otras ceremonias. La iniciativa ha cosechado tal éxito, que durante el último festejo del Día de la Madre, el 12 de mayo, fueron los hijos los que regalaron plantas a sus mamás y también se puso en marcha un criadero de pollos.  

Hansda resalta: “Los sentimientos que surgen por el contacto con las plantas pueden reforzar y alimentar en los pequeños la idea de protección del medio ambiente y revertir los efectos del cambio climático”. Es el caso de Mousumi (foto 2), que para su cumpleaños número 11 recibió de regalo una planta de lichis. Los padres cuentan que la niña está tan entusiasmada, que no solo riega la planta, sino que también cuida que nadie la toque. Ya se ha vuelto parte de la familia”. “Mi planta es tan bonita -dice Mousumi –, que es mi mundo. ¡No veo la hora de que crezcan los frutos! La riego todos los días y cuido de ella”.