Xi llegó a Pyongyang: 'Lazos de sangre’ entre China y Corea del Norte

La agenda de la visita de dos días se conserva en secreto. Xi Jinping y Kim Jong-un visitarán la Torre de la Amistad sino-corena, un monumento que rinde homenaje a los 600.000 soldados chinos caídos durante la Guerra de Corea. Desnuclearización, paz con Seúl y relaciones con los Estados Unidos constituyen los temas centrales del encuentro entre los dos líderes. El vídeo de la llegada de Xi a la capital norcoreana.


Pyongyang (AsiaNews) – Entre China y Corea del Norte “existen lazos de sangre”, que ninguno de los dos países puede romper “con comportamientos inapropiados o perjudiciales”. Es por ello que “China está dispuesta a trabajar con Corea del Norte y con los demás actores involucrados, a fin de desempeñar un rol positivo y constructivo para lograr la desnuclearización de la península y una paz y estabilidad duraderas en toda la región”. Es lo que declaró el presidente chino Xi Jinping, que a partir de hoy se encuentra realizando una visita de Estado a Corea del Norte, de dos días de duración.

El término oficial, según subrayan los analistas, da a entender la importancia de este viaje de Xi a Pyongyang. Las visitas de los líderes chinos a Corea y de los norcoreanos a China anteriormente fueron definidas como “visitas amistosas”, “visitas oficiales” o “visitas privadas”. El estatus de “visita de Estado” implica un mejoramiento en las relaciones entre las dos naciones, que Mao Zedong una vez definió como “íntimas, como las que se dan entre labios y dientes”

Sin embargo, la agenda de Xi y Kim aún no está clara. Oficialmente, los dos se encuentran para celebrar los 70 años de relaciones diplomáticas entre sus respectivas naciones. El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Song Tao, confirmó asimismo una visita conjunta a la “Torre de la Amistad sino-coreana”, que fue levantada en Pyongyang para recordar a los más de 600.000 soldados chinos muertos en Corea durante la guerra civil entre 1950 y 1953.

Lo que es seguro, los dos tendrán que afrontar al menos tres temas cruciales: la desnuclearización de la península, el proceso de paz con Seúl y las relaciones con los Estados Unidos. En efecto, hace aproximadamente un año que Beijing atraviesa una situación sumamente delicada con Washington: la guerra comercial entre las dos grandes naciones se ha convertido en un conflicto abierto, incluso en el campo de la seguridad informática -los EEUU denuncian el cyber-terrorismo chino- y en el área de influencia en los países de la región del Pacífico oriental.

Donald Trump, el presidente americano, ha tenido dos encuentros “fructíferos”, tal como los definió él mismo, con Kim Jong-un. El fracaso de la última cumbre bilateral -celebrada en Hanoi en febrero pasado) ha conducido a algunos nuevos ensayos misilísticos norcoreanos durante el mes de mayo. Sin embargo, la provocación no despertó represalias de la parte americana: un signo de que Trump aún quiere seguir el juego con Kim.

En el G20, a celebrarse el 28 y 29 de junio, se dará un reencuentro entre los líderes de China, Estados Unidos y Corea del Sur: el surcoreano Moon Jae-in ya ha confirmado que se reunirá con el presidente Trump una semana después del summit, cuando Trump viaje a Seúl por segunda vez.