Ruthika, nacida del amor de un papà leproso y una madre enferma de HIV (Foto)

Los padres de la pequeña (sana) son pacientes del Swarga Dwar, en Taloja, dispensario creado por los misionero del PIME. El lugar recibe a los “descartados de la sociedad”. Ruthika es fruto del “deseo de vida de estas personas, a los cuales la sociedad quita dignidad y esperanza”.

 


Nueva Delhi (Asianews)- Mahesh y Ramya, él leproso, ella enferma de HIV: se encuentran y se enamoran. Su amor por la vida es tan grande que deciden traer al mundo un hijo, no obstante el parecer negativo de los médicos que desaconsejan un embarazo por el virus de la mujer. Al final llegó ella: se llama Ruthika, tiene 3 años y es “bellísima y sana”. Es la historia de esta familia, a los cuales el centro Swarga Dwar de los misioneros del PIME (Pontificio Instituto Misiones Extranjeras) en Taloja (Mumbai) dio una verdadera dignidad humana. Lo narra a Asianews el p. Rayarala Vijay Kumar, superior regional de la congregación, que agrega: “Estaba maravillado por el deseo de ellos de dar amor, de crear una familia, de generar una nueva vida no obstante los riesgos. Este es el milagro de la vida”.

Ruthika es en un cierto sentido “hija” de los misioneros del PIME. En Taloya, suburbio de Mumbai y en su mayoría musulmana, del instituto abrió el Swarga Dwar (“Puerta del cielo”), que recibe a enfermos de lepra, personas con VHI positivas y a sus hijos, además de niños abandonados y huérfanos, pobres y mujere solas. El lema del centro es: “El Reino de Dios está fundado sobre la piedra descartada por los constructores. Esto quiere decir que recibimos a todos aquellos que son descartados, marginados, están sin la luz de esperanza en la propia vida”.

Junto al dispensario surgen la capilla-ashram  “Shanthi Sangam” (una sala interreligiosa para el retiro y la oración) y la primera Casa de la Misericordia del instituto misionero, creada para “ser un concreto ejemplo del compartir”. Aquí, explica el p. Rayarala, “se comparte todo y se aprende a donar a los otros así como nos fue donado a nosotros”. La línea guía es tomada del Evangelio de Mateo (10-8): “Gratuitamente han recibido, gratuitamente den”.

En los días pasados el superior estaba en taloya para inaugurar el año académico. “El Swarga Dwar de hecho hospeda también a 20 niños que estudian en nuestra escuela y ofrece apoyo a cerca de otros 80 menores que viven a diversos Km de distancia. Se trata de un proyecto a distancia patrocinado por la Fundación Pime Onlus. Además desde el año 2008, una vez por año se realiza el ‘Sneha Sammelan’ (el encuentro de la amistad), con el cual inauguramos el nuevo ciclo, festejante con los docentes, niños, padres y operadores”. El evento es importante “porque en este modo recordamos el motivo por el cual estamos aquí: compartir lo poco que tenemos en el estudio, en el trabajo, en la oración. Un mañana, cuando los niños crecerán, también ellos serán llamados a compartir”.

El proyecto de apoyo a los niños es “una iniciativa importante para aprender a crecer juntos y garantizar un futuro mejor a los pequeños. En la escuela los niños aprenden 3 lenguas (hindi, inglés, y marathi), estudian ciencias, matemática y ética”. Todos los momentos de la jornada son marcados en manera rigurosa, “para enseñar la disciplina: está la oración interreligiosa, el estudio, la escuela y el ordenar las habitaciones y de los espacios comunes. Se levantan a las 6,30 y se va a dormir a las 21”.

En el complejo, además de los padres del PIME y a las misioneras de la Inmaculada, trabajan también otras congregaciones: “Las hermanas Catequistas de S. Ana, los misioneros de san Francisco de Sales y la Hermanas de los abandonados”.

El superior PIME define a Taloya como “una expresión de la caridad cristiana y motor de la misericordia”. En este contexto se encontraron Mahesh y Ramya, padres de Ruthika, “descartados por la comunidad. Su amor por la vida y el deseo de donarse el uno al otro fue más grande del intento de la sociedad de quitarles a ellos la dignidad”.