Mañana se consagrará la nueva catedral de Mindong. Sin Mons. Guo Xijin
de Peter Zhao

Al obispo se le había otorgado el permiso para participar, pero anoche le prohibieron celebrar en la misa de hoy, donde harían su profesión las Hermanas del Sagrado Corazón. Mons. Guo: “Soy un hombre; y no un simio que secunda todos los deseos ajenos”. El obispo subterráneo retiró su solicitud de reconocimiento para no someterse a los organismos que pretenden “la independencia” de la Iglesia. La nueva catedral fue construida con muchos fondos del gobierno. 


Mindong (AsiaNews) – Con una solemne ceremonia que se desarrollará mañana, de 8 a 11 horas, la diócesis de Mindong consagrará la nueva catedral dedicada a los Santos Pedro y Pablo, en el distrito de Jiao Cheng, Ningde, sobre una colina que domina el mar. 

Tal como fue subrayado en el aviso de la diócesis, en la ceremonia de dedicación “habrá más de 20 obispos, … más de 100 sacerdotes”; incluso estarán presentes “los líderes del Partido, que fueron invitados a participar en la ceremonia inaugural de la nueva iglesia”. Pero no estará Mons. Vicente Guo Xijin, que retiró su solicitud de reconocimiento, para no someterse a los organismos que sostienen “la independencia” de la Iglesia, es decir, la Asociación Patriótica y el Frente Unido.  

Antes del acuerdo sino-vaticano, Mons. Guo era obispo ordinario de la diócesis, reconocido por la Santa Sede, pero no por el gobierno. En el año 2000, el gobierno incluso había hecho ordenar a Vicente Zhan Silu como obispo oficial, aunque éste no era reconocido por el Vaticano.

Tras el acuerdo y el levantamiento de la excomunión que regía sobre Mons. Zhan Silu, a pedido del Papa Francisco, Mons. Guo aceptó ser degradado a obispo auxiliar para dejarle la sede de ordinario a Mons. Zhan. El “paso atrás” de Mons. Guo debía poner en marcha lo que alguien del Vaticano definió como “el proyecto-piloto de Mindong”, donde, acatando los pedidos del gobierno, se podía obrar para la reconciliación de la diócesis, en la cual más del 80% de los sacerdotes pertenecían a la comunidad subterránea. 

Mons. Guyo solicitó al gobierno ser reconocido, pero dejó en claro que no podía someterse a los organismos que pretenden “la independencia” de la Iglesia. En un primer momento, el gobierno aceptó y le permitió al obispo participar en la Misa crismal del Jueves Santo. Pero las presiones de los “organismos de independencia”, orientadas a someter a Mons. Guo y a los sacerdotes, llevaron al obispo a retirar su solicitud de reconocimiento, optando por “afrontar la persecución junto a los demás sacerdotes”. 

La respuesta del gobierno no se hizo esperar: para hoy, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, Mons. Guo, según había acordado con Mons. Zhan, debía presidir las profesiones religiosas de las hermanas del Sagrado Corazón. Pero el gobierno se lo ha prohibido, exigiendo que sea Mons. Zhan quien presida la celebración y aplazando la misma por casi un mes. La orden de prohibir la participación de Mons. Guo fue confirmada anoche por las fuerzas de seguridad, las cuales han asegurado que “Esto es lo que decidió el gobierno”. 

Mons. Guo decidió entonces que tampoco iba a participar de la ceremonia de dedicación de la nueva catedral (construida con muchos subsidios del gobierno). En un mensaje de video enviado a los sacerdotes de la diócesis -que publicamos completo, en otro artículo- él afirma: “Después de lo que sucedió anoche, he decidido no presentarme en la ceremonia, aunque me vengan a buscar con un carruaje. Soy un hombre; y no un simio que secunda todos los deseos ajenos. Pensaba no contar nada sobre esto, pero algunos hermanos me han dicho que todos tienen el derecho a conocer la verdad, y que lo que puedo hacer, es, por tanto, comunicarles mi decisión. ¡Gracias!”.