Entró, con su perro y sin sacarse los zapatos, en una mezquita de Sentul City. Muchos musulmanes consideran a los perros como animales impuros y tratan de evitar el contacto con la saliva de ellos. El Consejo de los ulemas indonesios (MUI): “Acciones blasfemas sólo si cometidas por personas sanas de mente”.
Yakarta (AsiaNews)- Una católica, discapacitada mental sospechosa de blasfemia y no obstante su enfermedad, tendrá un proceso legal por haber entrado, con su perro y sin sacarse el calzado, en un mezquita de Sentul City, en la regencia de Bogor (Java Occidental). El episodio, sucedió hace 3 días y se volvió viral en las redes sociales suscitando grandes polémicas, llevando a las máximas autoridades islámicas a intervenir para evitar tensiones religiosas. Por el momento, la mujer está bajo la custodia de las autoridades y puesta bajo observación en el Hospital nacional de la policía de Kramat Jati (Yakarta del Este).
La policía de Bogor refiere que la mujer católica de 52 años, simplemente identificada con las iniciales S.M., entró en la mezquita Al Munawaroh, en el distrito de Babakan Madang, alrededor de las 2 de la tarde (Foto); a las personas que estaban en la entrada del edificio declaró que estaba buscando a su marido, un musulmán. muchos musulmanes consideran a los perros como animales impuros y tratan de evitar el contacto con su saliva. Un video difundido en internet muestra a S. M. que tiene un pequeño altercado con el grupo que estaba en la entrada, que le decían que saliese. La mujer se resistió, declarándose católica y acusando a la mezquita de haber permitido el matrimonio con otra esposa.
Los familiares de S. M. presentaron a la policía 2 cartas de 2 diversos hospitales, confirmando que la mujer tiene un historial de enfermedad mental. La vocero de la policía de Bogor, Ita Puspita, declaró ayer al Jakarta Post: “Si bien la sospechosa esté enferma por alguna patología, los procedimientos judiciales continuarán hasta cuando el tribunal (del distrito de Bogor) decidirá si la acusación deba ser retirada”.
En un comunicado oficial, el Consejo de los ulemas indonesios (MUI)- máximo órgano administrativo islámico en Indonesia- aclaró que las acciones de S. M. se deben considerarse como blasfemia “solamente si cometidas por una persona sana de mente”. En el islam, tener un perro como animal doméstico está permitido por finalidades de seguridad y de caza, a pacto que el propietario esté en grado de tener limpia la propia casa”, explica el vicepresidente Yunahar Ilyas. “Las acciones de S. M. -agrega- podrían provocar un conflicto entre musulmanes y católicos. Estamos seguros que los católicos con la mente en su lugar ni pensarían cometer deliberadamente un acto tan ofensivo”.