El santuario es uno de los más famosos y visitados de todo Japón. Los monjes han decidido compartir las ofrendas y destinarlas al sostén de las personas más necesitadas del área de la prefectura de Nara. El Otera Oyatsu Club cuenta con 1.250 templos adherentes y lucha para erradicar la desnutrición infantil.
Tokio (AsiaNews/Agencias) – Los monjes budistas del templo de Todaiji han decidido compartir las tradicionales ofrendas de dinero, que reciben para su sustento, con las madres solteras de la prefectura de Nara que atraviesan situaciones de mayor dificultad. Los religiosos se han unido a una Organización sin Fines de lucro -el Otera Oyatsu Club – y han colocado urnas para las ofrendas en la Gran Sala del Buda. Según explican, se trata de una gran carrera contra la pobreza.
El grupo nació a raíz de un caso expuesto en la crónica, que conmovió profundamente al abad del templo Anyoji, Seiro Matsushima. El religioso, que pertenece a la secta Jodo del Budismo de Tawaramoto, recuerda que en el 2013, una madre de unos 20 años fue hallada sin vida junto a su hijito de 3 años, en su apartamento de Osaka. Junto a los cadáveres había una nota escrita por la mujer, dirigida al hijo: “Lamento que jamás hayas podido comer hasta saciarte”.
Desde entonces, Matsushima se ocupó de que sus monjes llevasen artículos de primera necesidad a las familias carenciadas que viven en el área. Poco a poco, el proyecto se amplió: hoy, cuenta con la solidaridad de 1.250 templos y otras 450 Organizaciones sin fines de lucro. Según estiman, todos los meses, cerca de 10.000 niños carenciados se benefician con estas ayudas.
La decisión de incluir al Templo Todaiji, uno de los más famosos de Japón, surgió por la popularidad que cosecha entre los turistas: “Quiero que los extranjeros -explica el abad- sepan que la pobreza no ha sido eliminada en esta nación tan avanzada como es Japón. Cuando pensamos en cómo resolver el problema de la pobreza, debemos empezar por estos gestos, que podemos hacer de manera autónoma”.